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    Científicos diseñan un tejido con la capacidad de escuchar

    Científicos diseñan un tejido con la capacidad de escuchar

    «¿Es un pájaro cantando lo que se escucha de fondo?», pregunta Yoel sorprendido desde el otro lado de la pantalla, a miles de kilómetros de distancia. Suenan también un refrigerador en pleno funcionamiento y el leve roce del bolígrafo sobre el papel al tomar notas. Mientras el hombre habla no pierde la pista de los ruidos a su alrededor. «Es un canto hermoso. Peculiar. Esto te habla de la importancia del sonido en nuestras vidas... No ves al ave pero sabes que está allí porque lo escuchas».


    Durante dos décadas los sonidos han sido casi una obsesión para él. Yoel Fink (56 años) es científico de materiales y profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Tiene una amplia trayectoria en la que acumula reconocimientos y al menos 50 patentes de inventos registrados en Estados Unidos.


    Fink es la cabeza de uno de los últimos grandes inventos con el sello de la prestigiosa universidad estadounidense. Un grupo de ingenieros y diseñadores (de la Escuela de Diseño Rhode Island) han desarrollado una tela con la capacidad de escuchar. A imagen y semejanza del oído humano.


    Los resultados de sus años de investigaciones - de prueba y error de prototipos- han sido publicados en recientemente en la revista Nature. Hace 20 años que ingenieros y científicos de MIT, entre ellos Yoel, trabajan en sus laboratorios para darle a los tejidos un nuevo sentido funcional. Un valor tecnológico añadido que multiplique sus usos. El equipo se complementa con investigadores de la Universidad Case Western Reserve, la Universidad de Wisconsin y del Instituto de Investigación Ambiental del Ejército de EEUU.


    Decía Lao Tzu que un viaje de mil millas empieza con un solo paso. Y Yoel Fink adapta este proverbio chino a la realidad del ambicioso proyecto que comanda. La travesía para fabricar la tela de oído empezó con el impulso de un solo hombre. Wei Yan, científico del laboratorio de electrónica en MIT y de materiales en la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza, contactó con Yoel porque tenía una idea para incorporar el sonido al campo de los textiles.


    Durante mucho tiempo Yoel y otros ingenieros habían intentado alcanzar este objetivo. Construyeron algunos prototipos -fibras que lograban capturar el sonido- que no funcionaron del todo. Hasta la llegada de Wei Yan, que le aportó una nueva visión al proyecto. Era la pieza que faltaba.


    Cuenta Yoel a Crónica que en un futuro esperan que las computadoras no se vean como cajas, que no sean de metal o de vidrio. «Se verán como prendas de vestir. Ese es nuestro sueño», asegura. Ese es el fin último de los tejidos que escuchan que han creado.


    Uno de los primeros elementos para interactuar con una computadora (o móvil, por ejemplo), continúa el científico veterano, es un micrófono. Así que empezaron a pensar en fabricar una suerte de fibra que hiciera las veces de un micrófono.


    Si el joven Wei Yan trajo el impulso, Yoel aportó la inspiración. Años atrás había trabajado en un proyecto clínico que involucraba a personas con deficiencias auditivas. En el proceso aprendió sobre «lo maravilloso que es el oído humano».


    Al respecto explica que el sonido audible viaja a través del aire como ondas de presión. El oído capta estas ondas para después pasar por el tímpano -formado por una capa circular de diminutas fibras- que las convierten en vibraciones mecánicas. Éstas, a su vez, viajan a través de los pequeños huesos hacia el oído interno, en donde la cóclea las transforma en señales eléctricas que el cerebro procesa.


    «Las fibras juegan un papel clave en las dos operaciones más importantes del oído», expresa. Este mecanismo es el que se replica en el tejido que escucha que han fabricado. Las telas -diseñadas por una profesora y una estudiante de maestría de la Escuela de Rhode Island- llevan entrelazadas unas fibras especiales que cumplen las funciones del oído y hacen posible que capten y almace

    • 6 min
    El tragaldabas sin vergüenza que lleva seis años sumando 'simpas'

    El tragaldabas sin vergüenza que lleva seis años sumando 'simpas'

    Un tipo de más de cien kilos de peso, chupa de cuero, da órdenes con voz segura. «Huevos con filete de pollo y patatas fritas». «Solomillo (gigante) con pasta y tomate... y (más) patatas fritas». «Y copa de vino». De postre: «Tarta de queso». Una comanda de dos personas, para uno solo. Llega la cuenta. Se rehúsa a pagar los 27 euros de la cuenta del Espumosos 5M. La mezcla entre tragaldabas y estafador, más lo segundo que lo primero, tiene nombre: Antonio Miguel Grimal. Con 47 años ha sabido reírse del sistema judicial y de los restauradores de Zaragoza.


    Ha sido detenido medio centenar de veces por no pagar la cuenta. Se aprovecha de los resquicios del sistema para evitar que los defraudados llamen a la Policía. Sus fechorías superan largamente su prontuario: es incalculable los restaurantes defraudados en 2016, cuando se conocieron sus primeros impagos en locales de comida. La mayoría de los establecimientos optan por no llamar a las autoridades para no perder el tiempo. Para 2017, ya tenía -no menos de- dos condenas firmes. Ninguna broma. Seis años como el enemigo público número uno de los locales maños. En la cárcel de Zuera lo conocen bien. Allí le ha enviado, este mes, otra vez, una jueza tras haber acumulado, en sólo 30 días, nueve denuncias. Los afectados por sus tropelías: un restaurante de la cadena NH, El Real, Espumosos 5M, Ankara, La Bodeguita Real, La Tagliatella... la lista se extiende por la capital de Aragón. Muy especialmente por el centro histórico. Nacido en Cataluña, a Grimal los dueños de los establecimientos le tildan de caradura sin escrúpulos. La Policía Local -y Nacional- está desesperada porque es reincidente y no cambia. Cuando un restaurante de la zona llama al 091 por un cliente que no quiere pagar, anticipan a quién van a encontrar allí, orondo. Se aprovecha de los camareros recién llegados, los novatos, que le sirven despreocupados y agobiados por las mesas. Los que tienen experiencia, lo echan directamente o no le sirven.


    Su modus operandi se completa con la insolencia. No sólo se niega a pagar, sino que mientras espera a las autoridades incluso pide algo más de beber. Para hacer más llevadera la espera. Su comida favorita, aparte del solomillo y el pollo, son los arroces. Le pierden las paellas y los risottos. Para maridar, vino tinto. Calculador en la mesa y en las penas, no se pasa de los 400 euros, que subiría su castigo en el Código Penal. Un arroz con ibéricos de La Tagliatella puede ser el inicio de su caída, por la que suspiran los restauradores maños, que temen cunda su mal ejemplo. Temen llenarse de okupas de las mesas. Erró en su cálculo, pues cadenas como esta última sí pueden seguir la lucha judicial. Le pasó antes también con el NH, que fue cuando estuvieron a punto de condenarle drásticamente. Un martes de diciembre de 2017, tuvo dos juicios con 30 minutos de diferencia. Ese día, a las 10.30 horas, se le juzgó por zampar él y dos acompañantes y no abonar los 143,30 euros que debían en el NH, por una cena del 16 de marzo de 2017. Cuando acabó esa audiencia, tuvo que ir a otra por no pagar 52,60 euros, por otra comilona del 27 de febrero de ese mismo año. Se pedían en total, por estafa, cuatro años de cárcel y abonar 3.796 euros para compensar sólo dos de sus fechorías. Pero se libró.


    ¿Por qué no fue a prisión en esa ocasión? Lo salvó un fallo del Tribunal Supremo que no permite la acumulación de delitos leves. Una vez más, encontró una brecha en el sistema y no fue condenado a cárcel. Sólo tuvo una multa de 270 euros por cada uno de los casos citados y el pago de ambas cuentas. Todo juega a favor del felón...


    ¿Cuándo y cómo comenzó? Este hombre -que asegura en sus redes sociales trabajó de oficial en una empresa de aislamientos y de guardia de seguridad- presume de ser pensionista desde hace dos décadas (en Linkedin), no habiendo a día de hoy cumplido los 50 años. ¿Un moroso perpetuo? P

    • 7 min
    Alerta por el 'vishing': así funciona el timo telefónico que explota la angustia por los precios de la energía

    Alerta por el 'vishing': así funciona el timo telefónico que explota la angustia por los precios de la energía

    «No tenía que haber cogido esa llamada», dice María, de 51 años. Esa es la frase más repetida entre las víctimas de una técnica de engaño conocida como vishing que hace estragos en España y que inquieta tanto a la Policía como a las organizaciones de consumidores.


    Se trata de un fraude que consiste en una llamada telefónica realizada para obtener datos personales o bancarios de una persona. Con el vishing los delincuentes suplantan una identidad de una compañía reconocida o incluso de un organismo público para generar confianza en la víctima y hacerle picar el anzuelo.


    La última estrategia de estos estafadores conocidos como vishers es aprovechar la incertidumbre generada por los desaforados precios de la luz y el gas de este invierno, a los que se ha añadido la perspectiva desoladora de la guerra de Ucrania. La energía es hoy un disfraz ideal para este delito. Pero no hay que olvidar que por las garras de estos suplantadores pasan también bancos, telefónicas, la Seguridad Social e incluso la OCU.María fue víctima del vishing en su modalidad de la doble llamada.


    Primero contactó con ella alguien que se identificó como miembro del servicio de atención al cliente de su compañía de energía para darle una mala noticia: la coyuntura hacía que su tarifa fija fuera a costarle 25 euros más. Diez minutos después, otro timador, conchabado con el primero, interpretaba en una segunda llamada el papel de un comercial de otra compañía para ofrecerle un descuento del 25% sobre lo que venía pagando en su factura.María, que no tiene un gran sueldo, aceptó y facilitó el número de su cuenta corriente.


    A continuación, como le indicó el comercial, recibió un SMS sin ninguna identificación de la supuesta compañía al que, siguiendo sus instrucciones, debía contestar con un «SI». Aquel mensaje estaba 'infectado'. A María le habían hecho un tocomocho telefónico. Sus datos estaban en manos de una banda de delincuentes.


    Cuando una víctima cae en la trampa, el inspector jefe de la Policía, Carlos Juárez, da una serie de consejos: comunícate con tu banco y cambia tus contraseñas, incluso la huella digital. Y si recibes unos códigos de verificación no los facilites nunca si vuelven a llamarte. Ese paso es mortal: los delincuentes podrán hacer cualquier operación con tu dinero.Esto no es todo.


    Queda un trámite tedioso pero que puede evitarte muchos problemas: denuncia el caso a la Policía o la Guardia Civil. Que no te de pereza. Para ello es importante presentar capturas de pantalla de los mensajes recibidos, extractos bancarios y cualquier información que permita acreditar los hechos y ofrecer algún indicio sobre los posibles autores. De no hacerlo esa maldita llamada, puede arruinarte la vida.



    Encuentra toda la información en https://www.elmundo.es 

    • 3 min
    Las críticas a Ancelotti, las ocho noches sin Benzema y el lunes de reflexión en Valdebebas: "Tranquilidad"

    Las críticas a Ancelotti, las ocho noches sin Benzema y el lunes de reflexión en Valdebebas: "Tranquilidad"

    Domingo negro y lunes de reflexión en Chamartín. La durísima derrota contra el Barcelona en el clásico protagonizó las pesadillas de jugadores, cuerpo técnico y directivos. Nadie se esperaba semejante resultado, 0-4, y, sobre todo, nadie se imaginaba que las sensaciones iban a ser tan sonrojantes como las que resultaron de los noventa minutos disputados en el Bernabéu. Los mensajes y las conversaciones que comenzaron a circular por los móviles del palco y del vestuario se resumían en dos palabras clave: «Rabia», por las formas de la derrota, y «tranquilidad», por la situación en la clasificación liguera, con nueve puntos de ventaja sobre el Sevilla, y la presencia en cuartos de Champions.


    Eso sí, el fracaso en el duelo contra el eterno rival dejó a un hombre muy tocado: Carlo Ancelotti. El técnico italiano, consciente de sus errores, asumió las culpas ante sus futbolistas y ante la prensa: «He fallado. Lo siento. Lo de Modric no ha salido bien... Y nada», resoplaba. En el vestuario pilló por sorpresa la posición del croata, a sus 36 años, como falso nueve siendo uno de los pilares de la salida de balón, y la revolución táctica que Carletto se inventó en el descanso. Tres centrales, algo que nunca había probado, con Camavinga y Rodrygo como carrileros. Ferran tardó dos minutos en fallar una clara y en marcar el desastroso 0-3.


    En la grada, la desesperación vino por la pasividad de sus futbolistas. Una realidad más criticada, incluso, que el propio sistema de Ancelotti. Por eso, aunque el técnico se pusiera la diana sobre su cabeza, en el vestuario y en el club también asumen las culpas. Los jugadores, los mismos que ya pensaban en el siguiente partido a los pocos minutos de superar al PSG, se daban ánimos este lunes a través del móvil, camino de sus destinos internacionales. En Valdebebas sólo apareció Mendy, que sigue recuperándose de su lesión muscular. Ancelotti ya había planificado dos días de descanso después del clásico y no quiso «hacer más drama» cambiando el calendario.


    El club ha mostrado en privado su apoyo al italiano, que cogió los mandos de la plantilla tras el traumático adiós de Zidane, y ha insistido en el mismo mensaje que el dado por el técnico: «Relativizar», aprovechar este parón para recuperar sensaciones y «levantar la cabeza». Pese a todo, en el entorno madridista hay decisiones del entrenador que no terminan de entenderse.


    La última vez que había utilizado el 4-4-2 había sido en la derrota en Cornellà contra el Espanyol, en octubre, y Camavinga sólo había jugado como carrilero en la derrota ante el Sheriff en el Bernabéu. Además, el trío que forman Casemiro, Modric y Kroos, que realizó un sensacional tramo entre noviembre y diciembre, ya se había mostrado vulnerable en las tres citas más importantes de la temporada merengue: el clásico de la Supercopa, el partido de Copa en Bilbaoy los 150 minutos de ida y vuelta contra el PSG antes de la remontada en el Bernabéu. En grandes citas, la famosa 'Santísima Trinidad' sufrió, y la necesaria inclusión de Valverde para meter ritmo desequilibraba el dibujo. Por eso en la segunda parte de la vuelta contra el PSG y en el descanso del último clásico Camavinga entró por Kroos. El Madrid pedía físico. Eso lo sabía Ancelotti.


    El otro gran punto negro del curso es la gestión de la segunda unidad del ataque, más evidente cuando falta Benzema. Hazard todavía no ha jugado un clásico, Jovic, fichado por más de 60 millones para ser suplente del francés, no saltó al campo el domingo y Bale estaba pensando en Gales. La solución de emergencia fue Mariano, que acumulaba 29 minutos en Liga en 2022. Preguntado por las rotaciones, el italiano siempre ha defendido que no veía al equipo cansado, pero el problema no eran los pulmones de su once titular, sino el ritmo competitivo de los suplentes.


    En los ocho partidos sin Benzem

    • 5 min
    El blanqueador 'don Carlos': de ETA a las flores con coca

    El blanqueador 'don Carlos': de ETA a las flores con coca

    El asturiano Carlos Florentino Fernández García, natural de Avilés, se quedó con el café a medio tomar cuando el pasado 8 de marzo los efectivos policiales del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de la Costa del Sol se plantaron en su mesa y lo detuvieron. En el momento de su arresto, don Carlos departía con un socio en una glamurosa cafetería de Marbella (Málaga) mientras a 187 kilómetros de distancia de allí, en un polígono industrial a las afueras de Sevilla, sus chicos mostraban 60 kilos de cocaína a los compradores de la mercancía.


    Él supervisaba la operación desde la lejanía. Pensaba que todo iba bien y que, una vez la mercancía llegara a Marbella, la transacción se llevaría a cabo sin contratiempos. La droga procedía de Colombia, donde don Carlos, de 76 años, vivió durante décadas a caballo con Venezuela, y donde sigue teniendo fama de buen gestor entre sus principales cárteles.


    No en vano, se piensa que lleva 30 años blanqueándoles en Europa parte de sus inmensas ganancias. Ese envío de 60 kilos se había producido gracias a la confianza que todavía le guardan los suministradores de perico al otro lado del Atlántico.


    La coca había llegado en febrero al aeropuerto de Barajas oculta en cajas de flores en un vuelo directo que partió desde Bogotá. «Os estáis confundiendo. Yo no toco nada de eso, conozco del tema, pero nada más», les soltó a los investigadores que lo habían atrapado tras 18 meses de pesquisas y seguimientos.


    Y tanto que sabía. En julio de 1996 fue detenido durante la operación Papagayo. Era la primera vez que se incautaban 12 toneladas de marihuana en España procedentes de Colombia. La droga iba oculta en un contenedor que llegó al puerto de Barcelona.


    Uno de los arrestados en aquel golpe policial fue don Carlos, que también había participado en el secuestro de las mujeres de dos jefes de una banda rival por un impago. Se le acusó de narcotráfico, blanqueo de dinero y secuestro.


    Dos años después, en julio de 1998, la Audiencia Provincial de Madrid lo condenó a 24 años de prisión, de los que cumplió menos de 20. Su puesta a disposición judicial propició que el narco colaborase con la justicia española. Le contó al por entonces magistrado de la Audiencia Nacional, entre otros detalles, que los traficantes colombianos habían financiado con millones de dólares parte de la campaña electoral que llevó al candidato Daniel Samper a la presidencia de Colombia, en 1994.


    DINERO PARA UN PRESIDENTE Y EL GIMNASIO ABASCAL


    Aquellas palabras de don Carlos contenían veracidad. El 22 de julio de aquel año, el por entonces presidente colombiano, que acababa de perder la reelección y se encontraba a dos semanas de entregar el poder a su sucesor, Andrés Pastrana, admitió que la mafia del narcotráfico había financiado su campaña cuatro años atrás.


    El mandatario dijo que lo desconocía en ese momento. «Como se sabe, fui víctima de esta invasión en la campaña que me llevó a la presidencia. Así lo confirman las confesiones de quienes la manejaron administrativamente y las pesquisas de la justicia». El cártel de Cali puso entre seis y siete millones de dólares para intentar que Samper ganara, algo que sucedió.


    En 1995, don Carlos, con 49 años por aquel entonces, se instaló en Madrid tras pasar cerca de dos décadas entre Colombia y Venezuela. Al poco de su aterrizaje compró por 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros) el gimnasio Abascal, un lugar donde políticos, empresarios y ricos de media España entrenaban y jugaban partidas de squash, además de cerrar negocios.


    Fijó su residencia en un chalet que hasta hacía poco tiempo había sido propiedad de Gilberto Rodríguez Orejuela, fundador del todopoderoso cártel de Cali junto a su hermano Miguel. Gilberto fue arrestado en su país poco antes de la vuelta de don Carlos a España. La situación en Colombia era compleja para

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    La 'aventura' del aceite de girasol artesanal (en un pueblo de 151 vecinos)

    La 'aventura' del aceite de girasol artesanal (en un pueblo de 151 vecinos)

    Son los últimos artesanos del aceite de girasol, los lugartenientes de un producto natural exclusivo, un selecto oasis alejado del método habitual de las grandes multinacionales que operan en España y cuyo modelo de extracción de las grasas vegetales es muy agresivo, al abrasar grandes producciones de materia prima a altísimas temperaturas. Sin embargo, en un idílico paraje enclavado en el Prepirineo catalán, a una hora en coche desde Barcelona, una pequeña fábrica enclavada en el municipio de Sagàs (151 habitantes) se ha especializado en la elaboración de un producto exclusivamente natural, gourmet, sin apenas costes energéticos y con cero emisiones de carbono.


    Al frente de esta romántica producción se encuentra la familia payesa Rovira, cuyos orígenes ganaderos se remontan a principios del siglo XIV y que terminaron siendo propietarios de una extensa masía. La generación actual, formada por cinco hermanos, ha impulsado en las últimas décadas una serie de iniciativas empresariales en esta agreste zona de la Cataluña central, como el famoso restaurante Els Casals, con fama mundial, que cuenta con una estrella Michelin (2008) y otra en la categoría de Sostenible. Al frente se encuentra Oriol, el hermano pequeño de la saga, que deslumbra desde hace más de una década con una cocina de terruño al poner en la mesa sólo productos creados en la propia finca para el autoabastecimiento. Se hizo popular por su mítico tomate natural, además de por la circunstancia de construir un helipuerto para recibir a sus clientes más afamados.


    A la par, pusieron en marcha un coqueto hotel rural de nueve habitaciones rodeado de campos y bosques. Después, llegó una marca de embutidos -Cal Rovira- que provenía de su propia finca de más de 500 hectáreas, un entorno rural dedicado al cultivo de productos naturales y a la ganadería, incluida una explotación porcina en ciclo cerrado, con 65 madres. En la tierra se produce toda clase de materias primas: cebada, maíz, guisantes... y hasta pienso que se elabora en su propio molino. El resultado es una excelente y muy valorada gama de sabores auténticos en butifarras, butifarras de perol, bulls, sobrasada, lomo, chuletas, costilla...


    «Con la fábrica de girasol hemos cerramos el círculo», explica uno de los hermanos socios, Jordi. Los cinco (dos parejas de mellizos, Lluís y Carme (60 años), Miquel y Jordi (58), y Oriol (48), conducen con laboriosidad y eficacia este conglomerado empresarial que tiene su nexo común en una apuesta innegociable por la biodiversidad. La fábrica facturó el año pasado 5,9 millones de euros. Pero después de seis años exportando aceite de colza (en España apenas se consume por la mala imagen que arrastra tras la mortal intoxicación masiva de principios de los 80), la familia pensó que era el momento de un cambio de rumbo. Y, precisamente, tres días después del inicio de la invasión rusa, el domingo 27 de febrero, a las seis en punto de la mañana, Miquel, Jordi (padre e hijo) y uno de sus tres empleados de la industria, Andrés, abrieron de par en par las puertas de la fábrica, de 450 metros cuadrados, y apretaron al unísono el botón del primero de los tres silos que sirven para limpiar las semillas de las impurezas.


    El proceso, muy mecánico, incluye la fase final con un cuarto silo que se utiliza para separar el aceite de la torta. «Lo teníamos todo preparado para estas fechas y, a pesar del riesgo que conlleva la guerra, ya no dimos marcha atrás», aclara Jordi, que pactó los primeros precios de los pedidos con sus clientes antes del comienzo de los bombardeos. Por el momento, asegura, no los ha subido, a pesar de que en el mercado casi se han doblado en las últimas dos semanas -de 1.430 euros de media por la tonelada a los 2.600 actuales-.


    Su volumen medio semanal se acerca a unos 30.000 litros de aceite en una planta en servicio las 24 horas de los 7 días de la semana. Al finalizar la producción, grande

    • 7 min

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