No es un día cualquiera Radio Nacional

El Estupidiario se alimenta a menudo de frases que pretenden decir algo, y en realidad dicen justo lo contrario. Una colección de gazapos de los de “tierra trágame” o “paren esto, que me bajo”. Y de eso hay mucho en esta entrega que llega cargada de cifras. Unas cifras… MUUUUY locas. No lo decimos nosotros, lo dicen todos los momentos desternillantes que han recopilado Gabilondo y Zumeta y que van de los 5 millones de dólares de recaudación de las películas de Bruce Willis a los 700.000 millones de euros que mueven las Fallas. No te molestes en sacar la calculadora. Tampoco en aguantar la risa porque es literalmente “imposible”. 

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Pedagogo, filósofo, maestro y amante de muchas cosas. Tantas que como él mismo dice, “no da abasto”. Gregorio Luri, autor de La imaginación conservadora y En busca del tiempo en que vivimos, nos visita para acercarnos su nueva obra, Una triste búsqueda de alegría (Isla de Siltolá). Un libro cargado de una de las cosas que más le apasionan, los aforismos.

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Los micrófonos de No es un día cualquiera se llenan de juventud y lozanía de la mano de las periodistas Piluca Iñigo y Ana Añó; la licenciada en Traducción, Marina de la Cruz y el estudiante de Segundo de Bachillerato, Beltrán Núñez. Aprovechando que este domingo se celebra el Día de la Madre, analizamos la naturaleza y propósito de esta fecha, el modo de celebrarlo y hasta el concepto actual de maternidad. 

En vísperas de nuestra gran celebración del 2000+1, vamos a hablar de "albardar", un verbo que se relaciona con la cocina y es sinónimo de rebozar. Un término que nos propuso una de nuestras escuchantes, María Jesús, cuando estuvimos en Alfaro (La Rioja) y que a ella siempre le recuerda a su abuela Rosario que lo usaba mucho. El diccionario académico no lo define directamente, sino que lo remite a otro verbo, enalbardar. Una palabra que aparece con tres acepciones. La primera: «Echar o poner la albarda» y la segunda, de la que nos ocupamos hoy: «Rebozar lo que se va a freír». La tercera reenvía a otro verbo distinto, más especializado y menos conocido, emborrazar, «Poner albardilla a un ave para asarla», es decir, ponerle a la carne una loncha de tocino alrededor para que resulte más jugosa.