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845 - Job. La integridad de un hombre inocente. Job 31:1 Descansando en Dios

    • Cristianismo

845 – Job 31:1 Job. La integridad de un hombre inocente.
Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?

Nuestra sociedad rápidamente se convierte en más desconfiada, menos integra. En la sociedad de hace pocos años atrás, el líder se escogía por su carácter, se respetaba por su integridad, se confiaba en su palabra nada más, sin contratos, ni juramentos sobre una Biblia. Un análisis general indica que el liderazgo de las principales casas de la sociedad actual carecen cada vez más de integridad. La casa de la justicia (tribunales), la casa de gobierno, y la casa de Dios, han perdido confianza por la falta de integridad. Por la falta de integridad, cada vez se agregan más hechos escandalosos, vergonzosos de jueces, abogados, líderes políticos y religiosos. Dios ha establecido principios de integridad para el que sirve. “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección [integridad], éste me servirá. No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. “(Sal 101:6-7). Por eso admiramos la fortaleza y perseverancia de Job, al mantener su integridad antes, durante, y después de su aflicción. Recordemos que Job perdió sus hijos, empresa y la salud (Job 1-2), pero nunca sacrificó su integridad, dice con firmeza: “Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad. Mi justicia tengo asida, y no la cederé” (Job 27:5-6). Job estaba diciendo: “Hasta que muera, no renunciaré a mi integridad. Me he aferrado a mi rectitud y no la cederé” ¿Usted haría lo mismo? ¿Mantendría su integridad en momentos difíciles? Job se mantiene integro durante su lucha espiritual y aflicción, primero atacado dos veces por Satanás, y luego sus tres amigos, quitando el trabajo a Satanás, sospechan de él, y lo acusan de estar en pecado por su sufrimiento. Job concluye su último discurso defendiendo su integridad e inocencia, tanto de los pecados externos como de los internos, y hace una lista de los pecados que no ha cometido: ni en su corazón, ni en contra el prójimo, ni contra Dios.
1. Integridad del corazón. (Job 31:1-12). Job afirma el cuidado que ha tenido con: Sus ojos. “Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” (Job 31:1). Su boca, su lengua. “Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, péseme Dios en balanzas de justicia, y conocerá mi integridad.”(Job 31:5-6). Su corazón. Lo cuidó de iniquidad, maldad y adulterio. “Si mis pasos se apartaron del camino, si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo se pegó a mis manos, siembre yo, y otro coma, y sea arrancada mi siembra. Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo. Muela para otro mi mujer, y sobre ella otros se encorven.”(Job 31:7-10). Job logrando demostrar la pureza del corazón, podía estar en la presencia de Dios. “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.” (Sal 24:3-5). Job oraba continuamente a Dios presentando sus debilidades y pecados, e incluía a su familia (Job 1:5), oraba como el salmista: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.” (Sal 139:23-24).
2. Integridad hacia el prójimo. (Job 31:13-23). Debemos tener compasión y amor con nuestro prójimo supliendo las insuficiencias físicas y espirituales que ellos padecen. Job afirma su integridad para con el prójimo al tener equidad y compasión. “Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos contendían conmigo.” (Job 31:13). “Si alcé contra el huérfano mi mano, Aunqu

845 – Job 31:1 Job. La integridad de un hombre inocente.
Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?

Nuestra sociedad rápidamente se convierte en más desconfiada, menos integra. En la sociedad de hace pocos años atrás, el líder se escogía por su carácter, se respetaba por su integridad, se confiaba en su palabra nada más, sin contratos, ni juramentos sobre una Biblia. Un análisis general indica que el liderazgo de las principales casas de la sociedad actual carecen cada vez más de integridad. La casa de la justicia (tribunales), la casa de gobierno, y la casa de Dios, han perdido confianza por la falta de integridad. Por la falta de integridad, cada vez se agregan más hechos escandalosos, vergonzosos de jueces, abogados, líderes políticos y religiosos. Dios ha establecido principios de integridad para el que sirve. “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección [integridad], éste me servirá. No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. “(Sal 101:6-7). Por eso admiramos la fortaleza y perseverancia de Job, al mantener su integridad antes, durante, y después de su aflicción. Recordemos que Job perdió sus hijos, empresa y la salud (Job 1-2), pero nunca sacrificó su integridad, dice con firmeza: “Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad. Mi justicia tengo asida, y no la cederé” (Job 27:5-6). Job estaba diciendo: “Hasta que muera, no renunciaré a mi integridad. Me he aferrado a mi rectitud y no la cederé” ¿Usted haría lo mismo? ¿Mantendría su integridad en momentos difíciles? Job se mantiene integro durante su lucha espiritual y aflicción, primero atacado dos veces por Satanás, y luego sus tres amigos, quitando el trabajo a Satanás, sospechan de él, y lo acusan de estar en pecado por su sufrimiento. Job concluye su último discurso defendiendo su integridad e inocencia, tanto de los pecados externos como de los internos, y hace una lista de los pecados que no ha cometido: ni en su corazón, ni en contra el prójimo, ni contra Dios.
1. Integridad del corazón. (Job 31:1-12). Job afirma el cuidado que ha tenido con: Sus ojos. “Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” (Job 31:1). Su boca, su lengua. “Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, péseme Dios en balanzas de justicia, y conocerá mi integridad.”(Job 31:5-6). Su corazón. Lo cuidó de iniquidad, maldad y adulterio. “Si mis pasos se apartaron del camino, si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo se pegó a mis manos, siembre yo, y otro coma, y sea arrancada mi siembra. Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo. Muela para otro mi mujer, y sobre ella otros se encorven.”(Job 31:7-10). Job logrando demostrar la pureza del corazón, podía estar en la presencia de Dios. “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.” (Sal 24:3-5). Job oraba continuamente a Dios presentando sus debilidades y pecados, e incluía a su familia (Job 1:5), oraba como el salmista: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.” (Sal 139:23-24).
2. Integridad hacia el prójimo. (Job 31:13-23). Debemos tener compasión y amor con nuestro prójimo supliendo las insuficiencias físicas y espirituales que ellos padecen. Job afirma su integridad para con el prójimo al tener equidad y compasión. “Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos contendían conmigo.” (Job 31:13). “Si alcé contra el huérfano mi mano, Aunqu

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