Orfeo Capital Miguel Ángel Temprano

Se acaba de conocer que el estallido de la burbuja inmobiliaria del que hablamos desde 2016 acaba de ocurrir, y no ha sido por una empresita pequeña, sino por una del Fortune 500. La compañía inmobiliaria china ha anunciado que quizá no pueda atender los próximos vencimientos de la gigantesca deuda de 300.000 millones de dólares que figura en su balance. Todo parece indicar que no va a quedar en una anécdota más en los libros de economía, sino que tiene pinta qué, después del COVID y de esto, no vamos a querer ver el pollo agridulce en un menú ni de chiste.

En unos días se celebran las elecciones más cruciales de los últimos 50 años. Si gana, Biden accedería a la Casa Blanca como el presidente de más edad en la historia del país, acompañado de la primera mujer como posible sucesora, y sobre todo con un país más dividido desde la Guerra de Secesión

En un momento dónde la brecha entre la economía real y la financiera encuentra una de las mayores diferencias nunca vistas, los inversores no entienden el porqué de las diferencias de rentabilidad entre sus carteras y esos máximos de los índices que escuchamos todos los días en las noticias. La estructura del mercado y los índices de referencia que seguimos habitualmente hay que corregirlos porque sino terminamos comparando peras con manzanas solo porque la piel de ambas no es rugosa. En este artículo introduzco algo que no es novedoso, pero nos sirve para saber hacia dónde deberíamos enfocar más habitualmente nuestra mirada si queremos entender el mar en el que navegamos.

Vivimos con constantes anuncios acerca de avances en la fabricación de la tan ansiada vacuna. Más de 154 equipos investigan en todo el mundo en una operación investigadora nunca vista hasta ahora, pero la capacidad ociosa para fabricarla es inexistente. Necesitaremos multiplicar la capacidad de producción por 1,5 veces. Pero nos olvidamos de que hacer vacunas no es hacer pastillas, es muchísimo más complejo. Por el contrario, un medicamento producido en masa provocaría los mismos efectos deseados con esfuerzo de producción infinitamente menor, cosa que haría que su producción fuera viable.

En este segundo video sobre la Criptoeconomía, nuestro Director de Inversiones, Miguel Ángel Temprano, profundiza en los sistemas tecnológicos que se derivado de las criptomonedas y que van a facilitar y hasta revolucionar transacciones, acuerdos y gestiones en muchos aspectos: los contratos inteligentes, o Smart Contracts.

Internet es la autopista de la información, la tecnología blockchain ha llegado para asegurar la veracidad de dicha información. Los Smart contracts está revolucionando las relaciones contractuales al proveer veracidad y confidencialidad y todo en tiempo real. Algo inimaginable con los contractos en papel, como hasta ahora.

La crisis sanitaria está dando la puntilla a un modelo de mercado en decadencia: la venta física. Walmart, una compañía emblemática durante dos décadas sucumbe día tras día al imperio de
Amazon. En España El Corte Inglés no puede luchar contra el gigante de Internet y trasforma su modelo de negocio. Mientras tanto las bolsas se pliegan al nuevo rey haciendo crecer su valor día tras día, haciendo que valga ya vas de 1,5 billones de dólares, algo impensable hace no mucho tiempo, sobre todo porque la compañía ni existía.