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Ojos brillantes Inspiración y Ficción: se buscan vivos

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La ciudad estaba desierta, los pocos árboles que veía se zarandeaban de un lado a otro y perdían sus hojas cobrizas con cada movimiento. Siguió caminando con la cabeza gacha un par de cuadras mientras se reprochaba interiormente por haber olvidado el paraguas. Después de mirar hacia todos lados cruzó la estrecha calle que la separaba de la cafetería y se introdujo con prisa dentro del establecimiento. | Escrito y narrado por María Laura Romero.

La ciudad estaba desierta, los pocos árboles que veía se zarandeaban de un lado a otro y perdían sus hojas cobrizas con cada movimiento. Siguió caminando con la cabeza gacha un par de cuadras mientras se reprochaba interiormente por haber olvidado el paraguas. Después de mirar hacia todos lados cruzó la estrecha calle que la separaba de la cafetería y se introdujo con prisa dentro del establecimiento. | Escrito y narrado por María Laura Romero.

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