Apología del Ocio Apología del Ocio

Amigos, sin rodeos y al grano: este es último episodio del podcast. Después de 18 meses de estar al aire, hemos decidido retirarnos en lo que consideramos, un buen momento.
Fieles a nuestro estilo, hicimos una mini fiesta las 3 (mojitos incluidos)y hablamos de lo que ha sido esta experiencia para cada a una y los proyectos que tenemos en mente después de Apología del Ocio.
Empezaremos a subir todos nuestros programas en Youtube y nos podrán seguir encontrando en iTunes.
Y a todos los que llegaron al final de la fiesta, les damos la bienvenida.

Esta vez nos acompañó Alejandro Fajardo, actor guayaquileño, para hablar de modas y tendencias extrañas o "bizarras". Con esto nos referimos a modas como tatuajes, expansores, vampirismo, la adicción a las cirugías plásticas y todos esos intentos, a veces desesperados, de diferenciarnos del resto. Además, Alejandro, quien también es optometrista, nos explicó que echándole gotas de limón a los ojos, no se nos ponen mas "gatos".

La muerte y la posibilidad de un "más allá" van de la mano. Hay los que creen y los que no creen y, también, quienes se permiten dudar de la existencia de una vida después de la muerte o una realidad posterior. Aquí hablamos de todas esas opciones, los miedos naturales y también las formas en que nos gustaría que "la huesuda" venga por nosotros.

Aunque ya habíamos hablado sobre drogas en un episodio anterior, esta vez quisimos dedicarle uno entero a la legalización de la marihuana. Guchi, Cynthia, Vannia y otra vez Homero dieron sus argumentos más veces a favor que en contra, para la legalización de esta planta, cariñosamente llamada "weed" por estos lares.

Seamos escépticos o no, todos sabemos de la existencia de las llamadas teorías de la conspiración. En este episodio el "dream team" volvió a estar completo y también tuvimos de invitado a Homero Molestina, productor audiovisual y amigo de Guchi, con quien hablamos de algunas teorías comprobadas, que hasta hace pocos años parecían simples absurdos, y de otras que aún clasifican como "paranoia colectiva". Solo el tiempo lo dirá.

Comer es un placer que nos gusta a la mayoría (siempre hay locos), pero que fácilmente se puede convertir en una rutina más. Es entonces cuando algunos nos lanzamos a probar platos raros, que incluyen animales tiernos, escalofriantes o asquerosos. Siguiendo la filosofía de "en la vida hay que probar de todo" hablamos de esas cosas exóticas que nos hemos metido en la boca.