Jesús Invita Jesus Invita

Con una mirada de amor y dolor corporal, Cristo entregó su vida por la humanidad. Intercambiando la muerte eterna por la vida eterna. El sufrió nuestro dolor, el castigo de nosotros fue sobre el y por sus llagas fuimos curados. No es mera coincidencia, no es un show de Hollywood. Aquí hablamos de la entrega y sacrificio de una vida, la vida de nuestro amado Cristo.

Juan 3:16 declara, que de tal manera amo Dios al mundo, que entregó a su único hijo, para que todo aquel que crea en El, no se pierda si no que tenga vida eterna. Y todo por amor al mundo.

He pensado en la posibilidad de perder la vida y la posición en un evento que no era común en aquellos tiempos. En el relato dice que Esther recibió la comunicación de su primo Mardoqueo al saber que uno de los principales del rey estaba tramando un ataque contra el pueblo judío. Deseaba hacerle daño al pueblo de Esther. Al saberlo ella, se preparo e inicio su plan para interceder a favor de su pueblo. El texto indica que ella le envío una solicitud a Mardoqueo antes de presentarse ante el rey en el capitulo 4 de Esther verso 16: “Ve y reúne a todos los judíos que se halla en Susa, y ayunen por mi, no coman ni beban en tres días, noche y día; yo también lo haré junto a mis doncellas, y entonces entrare a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.”
Efesios 2:8 y 9 dice: Por gracia somos salvos, por medio de la fe. Esta no es de nosotros, sino que es un don De Dios; ni por resultado de las obras, para que nadie se gloríe.

El mensaje de hoy tal ves no sea el más revelador, pero sí con mucho sentido y motivación. Como motivarnos con un tema sobre aflicción? Puede que te preguntes. El mensaje de hoy esta basado en romanos 8:18:  “Pues no tengo dudas de que las aflicciones del tiempo presente en nada se comparan con la gloria venidera que habrá de revelarse en nosotros.” Esto nos puede motivar y hacer pensar, que no hay nada debajo del sol que no sea dirigido o controlado bajo el poder divino. En medio de aflicciones sientes que no puedes vencer nada, que las fuerzas se te acaban o que realmente no quieres seguir en pie. No tengas dudas de que Dios nos puede librar de este sentimiento.

Como creyente hay ocasiones que las dudas y el miedo me invaden, a mí parecer cada problema o situación que se presenta es una complicación más que debo enfrentar. Pero olvido que mi creencia en un Dios todopoderoso es suficiente. Sé que has pasado por lo mismo, pues todos llegamos a la realización de que nuestra fuerza y voluntad son los que nos darán la victoria. Te digo algo, nos estamos engañando.
Nada en este mundo se mueve sin el poder Divino, por lo tanto nada es imposible para el Eterno. Él tiene el poder de hacer y deshacer. Cuando sientas que ya no tienes fuerzas y que la vida demanda mas de ti, recuerda que el pueblo de Israel cruzo el mar rojo en seco y todo aquello ocurrió por el poder que solo tiene el Señor nuestro Dios y todos podemos ver su gloria manifestarse en nuestras vidas.

Sabias que nuestro cerebro tiene mas de 30mil neuronas y que es el órgano más complejo de todos? Sabias que el corazón late unas 70 veces por minuto, con unas 100mil pulsaciones al día, 40 millones de latidos al año y bombea cada día 10mil litros de sangre? No te parece que en un pedazo de carne tan pequeño, estos y todos los órganos del cuerpo humano hacen un maravilloso trabajo? Siempre me ha parecido fabuloso conocer todo lo que compone nuestra vida. 

Cristo nuestro creador nos ha dado vida, una maravillosa vida, un milagro divino. Debemos valorar lo que somos y lo que hacemos en vida es lo que nos marcara para la eternidad. Te animo a escuchar este mensaje si quieres saber la maravilla del ser vivo.

Una vida sin propósito no tiene mucho sentido, es vacía e inútil. Debes tener claro lo que deseas, lo que quieres alcanzar, pero no tu solo, encuentra un compañero (a) que te ayude en ese propósito. Pero igual busquen juntos la providencia divina, porque como humanos queremos pensar que tenemos la fuerza propia y nos encontraremos con dificultades que no podremos evitar, sin embargo, Cristo nos sostendrá para lograrlo según su voluntad, si le buscamos presentando nuestra necesidad.
El mayor propósito de vida que debemos tener es llegar al cielo y encontrarnos cara a cara con Jesús.