mis poemas, Pepa Mas Gisbert Pepa Mas Gisbert

Faig olor a timó
a herbasana y sajolida,
de la serra de Mariola
venen aromes de vida.
El meu sabor es a terra
per la pluja mullada,
on naixen les flors
cobertes de rosada.
El meu so es el del xaloc
quan bufa suau, i fort,
i ja ho diu el refrany:
del xaloc ni molt ni poc.
La meua pell es de marbre
quasi translúcida
no seca ni freda
d'anima lúcida.
Quan em mires
veus taronja i safrà
color de foc, festa y plaer
color calent, proper y calmant.
Esta es la meua sinestèsia
almenys el que jo crec
no faces cas del que diga
potser no em conec jo be.

relato incluido en el libro MICRORRELATOS FALLEROS
de Editorial Obrapropia
patrocinado por LEVANTE-EMV

Poema de Pepa Mas Gisbert en su voz.

digo alegría
y no se lo que digo
porque la palabra revolotea en mi mente
sin significado
mojada en llanto
vapuleada en lágrima
digo tristeza
y no se lo que digo
porque el lloro no es metafórico descanso
las palabras han olvidado
su espíritu en el retrete
el deseo troca en piel
y ésta en herida
asfixiante amnesia de las palabras
que lo jode todo

Poema de Pepa Mas Gisbert en su voz

escribirte es un parpadeo esquizofrénico
un duermevela agónico de la palabra
la carta que quiero enviarte
es un secreto escondido en lo más recóndito de mi piel
late con mis dedos
y con mis uñas muere
porque no quiere vivir
te enviaré una carta de lluvia
emborronada y desfallecida
porque no se que quiero decirte
cuando llegue a ti
y te moje mi lágrima
quizás tu lo sepas

poema de Pepa Mas Gisbert en su voz

Intento prestar atención a tus palabras
cuando ejerces de poeta
escucho tus letanías de protector
que riñe mi soberbia
me hablas con frases con sentido
para que entienda, pero no entiendo
ese no eres tú
sino el que moja mi espalda
con labios hambrientos
el que tensa mi cuerpo
hasta ningún límite
el que con suave gemido
silencia mi grito

Poema de Pepa Mas Gisbert en su voz.

Veo a Sharim de pie
incomprensiblemente de pie
con sus piernas de papel
su vientre hinchado
extrañamente contrapesa su inexistente músculo
no lleva pañales
no hay nada que defecar
si acaso ese pájaro que canta en su interior
y que picotea sus entrañas
Sharim es una jaula que encierra al hambre.
No se si su piel es suave
no puedo acariciarle a través de la pantalla de plasma que nos separa
no se si está solo
pero sus ojos son huérfanos que se mueven sin ver
porque el sol del hambre quema y mutila la inocencia
Sharim se balancea
está oyendo la música de la cuchara y del plato
del arroz que le envié
¡corre Sharim! ¡corre! ¡detrás de ti!
mi grito es seco como lo es el rostro de la agrietada tierra
veo la media luna roja
¡corre Sharim! ¡corre!
la herida del hambre no deja cicatriz
te paraliza
maniata tu ansía y tu cordura
te hace morir la vida de rodillas.
Veo sombras correr
ondulantes bajo la despiadada luz
dejan atrás a Sharim
invisible a sus agonizantes miserias
¡coged a Sharim! ¡cogedle!
no dejéis que sucumba a los perros hambrientos que le habitan
nadie me escucha
el hambre no tiene oídos
solo boca, una enorme boca sin dientes que devora el alma
¡coged a Sharim! ¡cogedle!
llevadle allí donde vais, a la pequeña esperanza del paraíso ambulante
resucitadle.
Pantalla negra
Sharim desiste
pongo una lavadora, tiendo la ropa
me detengo en lo nimio
no quiero que lo universal me estalle en la cabeza
abro la nevera y veo el plato de arroz que sobró ayer
lloro...