No hay Banderas en Marte Laura y Alejo

Beatriz Gallo, más conocida como Tiz dejó su ciudad natal, Medellín, desde muy joven. El trabajo de Eduardo, su esposo, requería que estuvieran abiertos a la posibilidad de vivir en diferentes lugares. En 1996 decidieron mudarse a Indianápolis cobijados por las garantías laborales de Eduardo para empezar a escribir un nuevo capitulo como expatriados. Eso implicó para Tiz dejar muchas de las comodidades que tenía en Bogotá, pausar sus planes profesionales y llegar a otro país con tres niños pequeños sin hablar el idioma. Esa experiencia la llenó de fuerza y le abrió una puerta para seguir explorando el mundo. En 2004 con ganas de ponerle más sabor a sus vidas se trasladaron a Brasil, un país que los acogió desde el día uno, en el que vieron crecer a sus hijos y se sintieron como en casa; pero después de haber estado 30 años por fuera de su tierra y viendo sus hijos ya adultos e independientes, Tiz y Eduardo deciden retornar a Colombia para disfrutar la etapa de jubilados en medio de las montañas antioqueñas, enfrentando, las dudas, los miedos y los retos de integrarse nuevamente a las dinámicas del país y la sociedad.

En este episodio Ana Isabel Santa María más conocida como Yogalalma nos comparte como impactó su vida ese viaje que hizo a la China preolímpica en 2005 cuando muy pocos hablaban inglés, sin redes sociales y sin smartphones; donde encontró en las exhaustivas practicas de yoga ese vehículo para conectarse con su interior y encontrar un refugio en su propio ser. Esa experiencia le enseñó a AnaIsa a ver la soledad como una oportunidad de descubrimiento propio, a reconocer su fortaleza y a vivir con la certeza de que ella es su mejor compañía. Lo que vivió en China, es 19 años más tarde ese recordatorio que a veces Ana necesita de esa fuerza que tiene para sobreponerse a lo difícil y lo desconocido porque si lo logró sola, a sus veintes, al otro lado del mundo y sin propósito; seguro lo puede hacer de nuevo con lo que sea que llegue a su presente.

Hace dos años Jorge Arboleda emigró a Canadá motivado por la muerte repentina de su padre y su perro. Es la primera vez que Jorge visita Colombia desde que se fue y nos habló de la verdad parcializada que cuentan las agencias sobre Canadá, la decepción académica que se llevó con lo que fue a estudiar, los retos a nivel social, económico y laboral que ha enfrentado, y los planes que tiene para eventualmente aplicar a una residencia en ese país; pero siempre con la idea de regresar a Colombia a una vez al avance sus objetivos.

Si en el 2010 nos hubieran mencionado alguna de estas historias quizás nos habrían parecido demasiado fantasiosas, pero la verdad es que emigrar nos obliga a entender nuevas realidades y ese proceso es como volver a la infancia y descubrir poco a poco los mecanismos que tenemos para interactuar con el mundo. En este episodio quisimos compartir esas experiencias duras, asustadoras, dolorosas, frustrantes, indignantes, chistosas pero sobretodo inolvidables de nuestra vida como inmigrantes.

Hace más de 10 años María Clara Ceballos encontró en el CrossFit su pasión y un vehículo para transformar la vida de los demás. En el 2018 representó a Colombia en Brasil y logró su sueño más anhelado clasificar a los CrossFit Games. Cuando aún no asimilaba el triunfo, fue notificada que había salido positiva para doping y que sería desclasificada y suspendida por 4 años. Esa noticia partió su vida en dos, se culpó por no investigar más sobre la composición de su suplementación, soportó críticas y sintió la derrota. Sin embargo, 4 años después con 2 embarazos y un desafío Superhumanos en medio se ha ganado de nuevo un cupo para competir en Brasil y demostrar una vez más lo que logra la determinación, la fortaleza mental y la disciplina.

Yennifer Dallmann Villa nació en Colombia y a sus dos años fue adoptada por una familia alemana. Durante el transcurso de su vida Yenn sentía que la historia con su familia biológica era un asunto pendiente. A sus 30 años decidió venir a Colombia y dos meses después logró encontrarse con su familia; y aunque el tiempo que estuvieron separados no se puede recuperar están escribiendo un nuevo capítulo juntos. Yenn lleva 5 años en Colombia, se siente feliz y agradecida de poder estar acá y ser voluntaria de una fundación que trabaja con madres biológicas que fueron separadas de sus hijos.