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T1-Episodio 11: Responsabilidad Personal Podcast de Psicología Consciente

    • Spirituality

¿Qué significa ser responsable? Muchas veces confundimos la responsabilidad con la culpabilidad, pero, por el contrario, la responsabilidad no es más ni menos que la otra cara de la libertad. Quien quiera ser libre, debe ser antes responsables. La responsabilidad es la respuesta que damos frente a nuestros actos, es hacernos cargo de nuestras decisiones y elecciones, sino estaríamos hablando de un simple “capricho”.

Existen dos modelos con los que accionamos: el modelo reactivo, y el modelo proactivo. Todo ser humano tiene una responsabilidad personal, y es importante reconocerla para poder tomar consciencia de nuestra libertad de acción. Donde yo ponga el foco eso tenderá a expandirse. El modelo reactivo es el que pone foco en lo que está fuera de control. Sería lo que conocemos como estímulo-reacción. Este modelo está basado en la teoría del condicionamiento clásico de Pavlov. En su estudio, Pavlov observa como un canino se saliva al oír una campana, ya que, había aprendido que tras el sonido de la campana el animal recibía comida. Una vez que incorporó la relación entre la campana y la comida, no hacía falta que la comida esté presente para que el perro comience a salivarse. Es decir, ante el estímulo de la campana, el perro reaccionaba salivando, aun cuando la comida no estuviera allí. El foco está en la campana, no en la comida. Por esta razón, es de suma importancia ver a qué prestamos atención, ya que eso es lo que estaremos ampliando en nuestra vida. Este modelo reactivo, es un modelo que da lugar a la inocencia, a ponernos en lugar de víctimas. Muchas personas se quedan atrapadas en esta forma de actuar, echando siempre la responsabilidad hacia el otro o la otra. Pero, tenemos el deber de hacernos cargo de nuestras elecciones, porque, aunque queramos buscar responsables fuera, siempre hay una elección por nuestra parte. La inocencia genera impotencia, ya que, si no tengo nada que ver con el problema, tampoco tendré nada que ver con la solución.

Hay tres claves fundamentales para darnos cuentas que estamos en “modo víctima”: si nos quejamos, justificamos o culpamos. Nos quejamos de lo que está fuera de control. Por todo lo anteriormente mencionado, podemos afirmar que el modelo reactivo es adictivo. Siempre encontrarás alguien que escuche tus quejas, o alguien a quien culpar. Es interesante por eso que aprendamos a auto-observarnos para poder cambiar nuestro foco cuando nos encontremos en ese lugar.

Por el contrario, en el modelo proactivo ponemos el foco en lo que está en nuestro control o poder de gestión. Ante un estímulo “x” hay una elección consciente y luego una respuesta. La elección consciente es la libertad de elegir de forma consciente para el ser humano. Debemos entender que nos pueden arrebatar todo, menos la actitud personal frente a la adversidad. La responsabilidad es la capacidad de dar respuesta, no como un deber ser, sino como una capacidad de elegir. No siempre somos responsables de lo que pasa, sino frente a lo que pasa. Entonces, ante esta máxima, me vuelvo protagonista de hacer algo frente a lo que sucede, a partir de mis valores, lo que me da una integridad. La culpabilidad no tiene nada que ver con la responsabilidad, la culpa está en el pasado y no puedo hacer nada con eso. El modelo reactivo nos abre a más respuestas en consciencia. Si alimentamos un camino, dejamos de ver el otro. Te invito a que conozcas nuevos modelos de reacción y a que tomes responsabilidad sobre tus actos. Este cambio te brindará libertad sobre tu hacer y ser. De esta manera nos inspiramos entre todos y todas a crecer.

¿Qué significa ser responsable? Muchas veces confundimos la responsabilidad con la culpabilidad, pero, por el contrario, la responsabilidad no es más ni menos que la otra cara de la libertad. Quien quiera ser libre, debe ser antes responsables. La responsabilidad es la respuesta que damos frente a nuestros actos, es hacernos cargo de nuestras decisiones y elecciones, sino estaríamos hablando de un simple “capricho”.

Existen dos modelos con los que accionamos: el modelo reactivo, y el modelo proactivo. Todo ser humano tiene una responsabilidad personal, y es importante reconocerla para poder tomar consciencia de nuestra libertad de acción. Donde yo ponga el foco eso tenderá a expandirse. El modelo reactivo es el que pone foco en lo que está fuera de control. Sería lo que conocemos como estímulo-reacción. Este modelo está basado en la teoría del condicionamiento clásico de Pavlov. En su estudio, Pavlov observa como un canino se saliva al oír una campana, ya que, había aprendido que tras el sonido de la campana el animal recibía comida. Una vez que incorporó la relación entre la campana y la comida, no hacía falta que la comida esté presente para que el perro comience a salivarse. Es decir, ante el estímulo de la campana, el perro reaccionaba salivando, aun cuando la comida no estuviera allí. El foco está en la campana, no en la comida. Por esta razón, es de suma importancia ver a qué prestamos atención, ya que eso es lo que estaremos ampliando en nuestra vida. Este modelo reactivo, es un modelo que da lugar a la inocencia, a ponernos en lugar de víctimas. Muchas personas se quedan atrapadas en esta forma de actuar, echando siempre la responsabilidad hacia el otro o la otra. Pero, tenemos el deber de hacernos cargo de nuestras elecciones, porque, aunque queramos buscar responsables fuera, siempre hay una elección por nuestra parte. La inocencia genera impotencia, ya que, si no tengo nada que ver con el problema, tampoco tendré nada que ver con la solución.

Hay tres claves fundamentales para darnos cuentas que estamos en “modo víctima”: si nos quejamos, justificamos o culpamos. Nos quejamos de lo que está fuera de control. Por todo lo anteriormente mencionado, podemos afirmar que el modelo reactivo es adictivo. Siempre encontrarás alguien que escuche tus quejas, o alguien a quien culpar. Es interesante por eso que aprendamos a auto-observarnos para poder cambiar nuestro foco cuando nos encontremos en ese lugar.

Por el contrario, en el modelo proactivo ponemos el foco en lo que está en nuestro control o poder de gestión. Ante un estímulo “x” hay una elección consciente y luego una respuesta. La elección consciente es la libertad de elegir de forma consciente para el ser humano. Debemos entender que nos pueden arrebatar todo, menos la actitud personal frente a la adversidad. La responsabilidad es la capacidad de dar respuesta, no como un deber ser, sino como una capacidad de elegir. No siempre somos responsables de lo que pasa, sino frente a lo que pasa. Entonces, ante esta máxima, me vuelvo protagonista de hacer algo frente a lo que sucede, a partir de mis valores, lo que me da una integridad. La culpabilidad no tiene nada que ver con la responsabilidad, la culpa está en el pasado y no puedo hacer nada con eso. El modelo reactivo nos abre a más respuestas en consciencia. Si alimentamos un camino, dejamos de ver el otro. Te invito a que conozcas nuevos modelos de reacción y a que tomes responsabilidad sobre tus actos. Este cambio te brindará libertad sobre tu hacer y ser. De esta manera nos inspiramos entre todos y todas a crecer.

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