18 min

La Ascension del Señor-Ciclo A La Palabra Contemplada

    • Christianity

En este domingo celebramos la Ascensión del Señor, la entrada definitiva de Jesús en su humanidad en la gloria divina, simbolizada por la nube. Jesús asciende al cielo a prepararnos un lugar en la casa del Padre. Por eso tenemos los Cristianos la alegría nacida de la esperanza de ir con Jesús al cielo.

La primera lectura viene del inicio de los Hechos de los Apóstoles, y forma una continuación del Evangelio de Lucas, como nos narra su autor. Lucas nos da en esta introducción los temas principales de su obra: la resurrección, el cumplimiento de las promesas de Jesús, y por supuesto al igual que su evangelio, el Espíritu Santo. Esta lectura enfatiza la resurrección, el hecho de que Jesús estuvo con los hermanos por 40 días, ¡que está realmente vivo! Durante este tiempo Jesús continuó su misión de proclamar el Reino de Dios-su dominio sobre la tierra; su poderío demostrado por la resurrección de Jesús.  Cuando Jesús les menciona el regalo del Espíritu Santo, los discípulos piensan que este evento llevaría al establecimiento del Reino de Dios, pero Jesús les recuerda que aun se tiene que predicar el Evangelio, y a fin de cuentas nadie sabe ni el día ni la hora. El Espíritu Santo que Jesús nos dio nos da la fuerza para realizar esta misión.  La manera que Jesús asciende en una nube nos recuerda el velo que cubre la presencia de Dios en el AT y en el bautismo y prefiguración de Jesús.

La segunda lectura consiste en una oración de Pablo por los Efesios, pidiéndole a Dios el don del Espíritu Santo sobre ellos. Pable pide que Dios ilumine su corazón para que puedan vivir la esperanza que viene de la gracia derramada por Jesús, que en la cruz nos da la salvación. La oración de Pablo aplica para nosotros, que reconozcamos el poder de Dios desplegado en la resurrección y ahora en la Ascensión. Este mismo poder Dios lo derrama al darle vida al alma muerta al pecado, al darle nueva vida por el bautismo. Este poder lo experimentaremos en la segunda venida, con nuestra propia resurrección. Este poder de Dios lo hace soberano sobre toda la creación, tanto los seres espirituales que menciona Pablo, como los hombres hoy y en el mundo venidero.

El Evangelio viene del famoso pasaje hacia el final del evangelio de Mateo, conocido como “la Gran Comisión.” Este pasaje tiene una gran riqueza de significado. Los discípulos, que durante todo el evangelio se la habían pasado sin reconocer a Jesús, aquí finalmente lo reconocen y lo adoran, ¡aunque algunos todavía dudaban! Una vez mas Jesús hace despliegue de su poderío divino: él tiene toda autoridad sobre los cielos y la tierra, y esta misma autoridad la otorga a sus discípulos para continuar su misión: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado.” Este es el cometido de todo discípulo de Jesucristo, de todo bautizado: hacer discípulos. ¿Qué haz hecho tu para hacer de otros discípulos de Cristo? Podemos empezar por nosotros mismos: ¿somos acaso buenos discípulos de nuestro Maestro? Esta es la tarea de la Iglesia y la tarea de todos: proclamar el Evangelio, la Buena Nueva de la salvación para que la gente se vuelva hacia Dios. Una vez convertidos se les dispensa la gracia de Dios por el Bautismo, haciéndonos hijos e hijas de Dios por adopción. Y después tiene que haber una formación continua en los misterios de nuestra fe. Jesús aquí les da la promesa cumplida en Pentecostés de permanecer con nosotros para siempre. “yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.” Oremos para que Dios nos de el don de reconocer la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas para ser fieles discípulos de Cristo y ser mas como él.

 

 

En este domingo celebramos la Ascensión del Señor, la entrada definitiva de Jesús en su humanidad en la gloria divina, simbolizada por la nube. Jesús asciende al cielo a prepararnos un lugar en la casa del Padre. Por eso tenemos los Cristianos la alegría nacida de la esperanza de ir con Jesús al cielo.

La primera lectura viene del inicio de los Hechos de los Apóstoles, y forma una continuación del Evangelio de Lucas, como nos narra su autor. Lucas nos da en esta introducción los temas principales de su obra: la resurrección, el cumplimiento de las promesas de Jesús, y por supuesto al igual que su evangelio, el Espíritu Santo. Esta lectura enfatiza la resurrección, el hecho de que Jesús estuvo con los hermanos por 40 días, ¡que está realmente vivo! Durante este tiempo Jesús continuó su misión de proclamar el Reino de Dios-su dominio sobre la tierra; su poderío demostrado por la resurrección de Jesús.  Cuando Jesús les menciona el regalo del Espíritu Santo, los discípulos piensan que este evento llevaría al establecimiento del Reino de Dios, pero Jesús les recuerda que aun se tiene que predicar el Evangelio, y a fin de cuentas nadie sabe ni el día ni la hora. El Espíritu Santo que Jesús nos dio nos da la fuerza para realizar esta misión.  La manera que Jesús asciende en una nube nos recuerda el velo que cubre la presencia de Dios en el AT y en el bautismo y prefiguración de Jesús.

La segunda lectura consiste en una oración de Pablo por los Efesios, pidiéndole a Dios el don del Espíritu Santo sobre ellos. Pable pide que Dios ilumine su corazón para que puedan vivir la esperanza que viene de la gracia derramada por Jesús, que en la cruz nos da la salvación. La oración de Pablo aplica para nosotros, que reconozcamos el poder de Dios desplegado en la resurrección y ahora en la Ascensión. Este mismo poder Dios lo derrama al darle vida al alma muerta al pecado, al darle nueva vida por el bautismo. Este poder lo experimentaremos en la segunda venida, con nuestra propia resurrección. Este poder de Dios lo hace soberano sobre toda la creación, tanto los seres espirituales que menciona Pablo, como los hombres hoy y en el mundo venidero.

El Evangelio viene del famoso pasaje hacia el final del evangelio de Mateo, conocido como “la Gran Comisión.” Este pasaje tiene una gran riqueza de significado. Los discípulos, que durante todo el evangelio se la habían pasado sin reconocer a Jesús, aquí finalmente lo reconocen y lo adoran, ¡aunque algunos todavía dudaban! Una vez mas Jesús hace despliegue de su poderío divino: él tiene toda autoridad sobre los cielos y la tierra, y esta misma autoridad la otorga a sus discípulos para continuar su misión: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado.” Este es el cometido de todo discípulo de Jesucristo, de todo bautizado: hacer discípulos. ¿Qué haz hecho tu para hacer de otros discípulos de Cristo? Podemos empezar por nosotros mismos: ¿somos acaso buenos discípulos de nuestro Maestro? Esta es la tarea de la Iglesia y la tarea de todos: proclamar el Evangelio, la Buena Nueva de la salvación para que la gente se vuelva hacia Dios. Una vez convertidos se les dispensa la gracia de Dios por el Bautismo, haciéndonos hijos e hijas de Dios por adopción. Y después tiene que haber una formación continua en los misterios de nuestra fe. Jesús aquí les da la promesa cumplida en Pentecostés de permanecer con nosotros para siempre. “yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.” Oremos para que Dios nos de el don de reconocer la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas para ser fieles discípulos de Cristo y ser mas como él.

 

 

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