¿Qué te pasó, Ernesto‪?‬ La Parla Media

Escuchá este trailer para saber de qué va esta historia. No aceptamos reclamos si te pica el bichito de la curiosidad.

En agosto de 2018 Ernesto Talvi dio el pitido inicial de la larga campaña electoral de la que saldría el próximo presidente del Uruguay. Talvi, un economista de enorme prestigio entre ciertos sectores de la sociedad, lanzó su precandidatura a la presidencia por el histórico Partido Colorado. A la cabeza de un nuevo sector, Ciudadanos, Talvi se presentaba como un outsider tecnócrata, que venía a salvar al Uruguay de una “decadencia por goteo” que ya llevaba 70 años. Pero, ¿podría este outsider derrotar a la “vieja política” y lograr su cometido?

Julio María Sanguinetti es el decano de la política uruguaya. Ministro en los 70. Presidente en los 80. Presidente otra vez en los 90. Sanguinetti es un hombre que despertó y despierta todo tipo de emociones entre el electorado uruguayo. Ahora, a los 83 años, se aprestaba a competir por la presidencia por tercera vez. Se enfrentaría a Ernesto Talvi, el outsider que, además, se presentaba como heredero político de Jorge Batlle, el rival histórico de Sanguinetti. ¿Quién saldría victorioso de esta épica batalla electoral?

Después de una serie de sorprendentes éxitos iniciales, la figura de Talvi adquirió muchísima fuerza entre la opinión pública. Luego de una campaña durísima con Sanguinetti, Talvi emerge victorioso de la interna del Partido Colorado. Después de la interna y de camino a octubre le comienza a pisar los talones al candidato favorito de la oposición, Luis Lacalle Pou. Pero una serie de errores propios, ataques de terceros y circunstancias fuera de su control hacen trastabillar al economista.

Después de un percance de salud, el candidato colorado vuelve a la cancha con una conferencia de prensa para “desvelar los espejismos” de quince años de gobierno del Frente Amplio. Gracias a su posicionamiento como “liberal progresista”, Talvi había sufrido menos embates desde el flanco izquierdo. Pero sus ataques a los “espejismos del Frente Amplio” despertaron al gigante durmiente que, en ese entonces, era el oficialismo. Figuras del Frente Amplio no dudaron en castigar a Talvi ahora como un “neoliberal”, exponente de “la fórmula del British School” y admirador del perimido modelo chileno. A pocos días de la elección, Talvi se mostraba convencido de sus chances de pasar a la segunda vuelta electoral. Pero de desvelar espejismos ajenos, el candidato colorado pasaría a confrontar los propios.

Tras el decepcionante resultado de la primera vuelta electoral, Ernesto Talvi se enfrentaría al desafío de integrar la inesperada “coalición multicolor”. Una vez conocido el resultado del balotaje del 24 de noviembre, el presidente electo Luis Lacalle Pou vería en Talvi una figura de valor internacional, designándolo como canciller. En los primeros meses en este rol, Talvi se apuntaría algunos éxitos ante la novedad de la pandemia. Pero también comprobaría que no hay peor cuña que la del mismo palo, soportando los primeros sinsabores de su carrera en la política mayor.