30 min

Vivir en abundancia parte 8 (audiolibro‪)‬ Cada vez Me Equivoco Mejor

    • Spirituality

6. Ley de la acción

Ninguna de las leyes anteriores se activará salvo que tú también cumplas con tu parte. Y tu parte consiste en, una vez que tomes una decisión, sellar tus intenciones con una acción tan pronto como puedas. La acción es el puente entre tus pensamientos y tus resultados; es el puente entre lo mental y lo material. Una intención o un pensamiento sin acción es sencillamente una cosa: nada. De hecho, es peor que nada, porque pensar en algo sin entrar en acción te provocará inevitablemente frustración al saber que hay una realidad potencial esperándote y que, al no hacer nada, estás bloqueando su materialización.
Sello mis pensamientos con una acción tan pronto como puedo.
Por otra parte, entrar en acción de forma ágil no será tampoco suficiente. Es preciso, además, que, una vez en marcha, te conviertas en un fanático convencido de la excelencia. Hay una gran diferencia entre ser el mejor y ser excelente. El mejor en cualquier categoría es la persona que más destaca o que más logros ha obtenido. Ser excelente supone un compromiso con uno mismo para hacer las cosas hoy de mejor manera que ayer y para preguntarse cada día: «¿Cómo podría mejorar esto?»
«Todos sentimos miedos, pero solo las personas prósperas y abundantes actúan a pesar de este.»

Principio de abundancia:
Mantengo el foco cada día en lo verdaderamente importante.
¿Cómo aplicar la ley de la acción para crear abundancia?
1. Di que no: Decir que no puede que te haga sentir culpable en un primer momento, aun así, es preciso que entrenes esta habilidad, porque decir que sí cuando en realidad quieres decir que no es faltar a la autenticidad que debería ser natural en las relaciones humanas. No puedes ayudar a otras personas si estás haciendo algo que en realidad no deseas hacer.

2. Entra en acción inmediata y enfocadamente: Adopta el saludable hábito de sellar con una primera acción relacionada con aquello que hayas decidido hacer lo antes posible. Adopta muy pocas decisiones –conviértete en un fanático del no–
y séllalas con una acción inmediatamente. Entra en acción sin tener todo el mapa, porque nunca lo tendrás, y asume que antes o después te equivocarás. Es más peligroso no entrar en acción que equivocarse. Por otro lado, cerciórate de que mantienes el foco suficiente tiempo con tus decisiones. Decide qué es lo que quieres para tu vida. Escribe un par de objetivos, o tres, y llévalos contigo todo el tiempo. Léelos con asiduidad para que mantengas el foco en la acción adecuada sin distracción.
Sé concreto en tus objetivos. Salvo que decidas qué deseas exactamente y lo imagines con todo lujo de detalles, nunca podrás conseguirlo. Materializarás algo, porque recuerda que creas por defecto, aunque no sepas qué es lo que creas, pero no crearás lo que verdaderamente quieres.
3. Sin juicios: Nada tiene más significado más allá del que cada uno quiera darle. Los seres humanos tenemos la costumbre de juzgar constantemente. Uno de los muchos problemas que acarrea esto es que cuando enjuiciamos no entramos en acción. Durante una semana no emitas juicio alguno. Solo acepta las cosas como son o entra en acción para cambiarlas, pero sin sentirte mal porque no son como desearías. Recuerda que no eres el director general del universo y que en un plano que quizás hoy aún no comprendes tiene sentido que las cosas sean como son.

4. BONO EXTRA NADA DE EXCUSAS!!

6. Ley de la acción

Ninguna de las leyes anteriores se activará salvo que tú también cumplas con tu parte. Y tu parte consiste en, una vez que tomes una decisión, sellar tus intenciones con una acción tan pronto como puedas. La acción es el puente entre tus pensamientos y tus resultados; es el puente entre lo mental y lo material. Una intención o un pensamiento sin acción es sencillamente una cosa: nada. De hecho, es peor que nada, porque pensar en algo sin entrar en acción te provocará inevitablemente frustración al saber que hay una realidad potencial esperándote y que, al no hacer nada, estás bloqueando su materialización.
Sello mis pensamientos con una acción tan pronto como puedo.
Por otra parte, entrar en acción de forma ágil no será tampoco suficiente. Es preciso, además, que, una vez en marcha, te conviertas en un fanático convencido de la excelencia. Hay una gran diferencia entre ser el mejor y ser excelente. El mejor en cualquier categoría es la persona que más destaca o que más logros ha obtenido. Ser excelente supone un compromiso con uno mismo para hacer las cosas hoy de mejor manera que ayer y para preguntarse cada día: «¿Cómo podría mejorar esto?»
«Todos sentimos miedos, pero solo las personas prósperas y abundantes actúan a pesar de este.»

Principio de abundancia:
Mantengo el foco cada día en lo verdaderamente importante.
¿Cómo aplicar la ley de la acción para crear abundancia?
1. Di que no: Decir que no puede que te haga sentir culpable en un primer momento, aun así, es preciso que entrenes esta habilidad, porque decir que sí cuando en realidad quieres decir que no es faltar a la autenticidad que debería ser natural en las relaciones humanas. No puedes ayudar a otras personas si estás haciendo algo que en realidad no deseas hacer.

2. Entra en acción inmediata y enfocadamente: Adopta el saludable hábito de sellar con una primera acción relacionada con aquello que hayas decidido hacer lo antes posible. Adopta muy pocas decisiones –conviértete en un fanático del no–
y séllalas con una acción inmediatamente. Entra en acción sin tener todo el mapa, porque nunca lo tendrás, y asume que antes o después te equivocarás. Es más peligroso no entrar en acción que equivocarse. Por otro lado, cerciórate de que mantienes el foco suficiente tiempo con tus decisiones. Decide qué es lo que quieres para tu vida. Escribe un par de objetivos, o tres, y llévalos contigo todo el tiempo. Léelos con asiduidad para que mantengas el foco en la acción adecuada sin distracción.
Sé concreto en tus objetivos. Salvo que decidas qué deseas exactamente y lo imagines con todo lujo de detalles, nunca podrás conseguirlo. Materializarás algo, porque recuerda que creas por defecto, aunque no sepas qué es lo que creas, pero no crearás lo que verdaderamente quieres.
3. Sin juicios: Nada tiene más significado más allá del que cada uno quiera darle. Los seres humanos tenemos la costumbre de juzgar constantemente. Uno de los muchos problemas que acarrea esto es que cuando enjuiciamos no entramos en acción. Durante una semana no emitas juicio alguno. Solo acepta las cosas como son o entra en acción para cambiarlas, pero sin sentirte mal porque no son como desearías. Recuerda que no eres el director general del universo y que en un plano que quizás hoy aún no comprendes tiene sentido que las cosas sean como son.

4. BONO EXTRA NADA DE EXCUSAS!!

30 min