5 min

Cuando Dios prepara a un líder Palabras de Vida Eterna

    • Religion & Spirituality

Vivir en una época en la que los cambios son cada vez más constantes, parece resultar difícil mantenernos concentrados en nuestros objetivos, como personas en cada área que nos compete. Para no perder el enfoque se necesita de líderes fuertes y apasionados que nos marquen el camino.

En esta Parashá Dios nos presenta a Moshé, un líder con una preparación y llamado muy diferente a lo que muchos de nosotros creeríamos o esperaríamos que fuere.

Moshé fue criado y enseñado como príncipe egipcio, eso implica en toda su ciencia (la cumbre de astronomía, arquitectura, agricultura, comercio, entrenamiento militar, etc.). Con todo este “curriculum” muchos de nosotros pensaríamos que no hay otro mejor candidato para ser el gran libertador. Pero no es así como lo vio Dios que lo tuvo que llevar al desierto, quitándole todo lo que tenía; comodidad, seguridad y sobre todo confianza de autosuficiencia. En ese momento Moshé ya no era príncipe, ahora es un pastor de ovejas ajenas; ya no era un joven fuerte, impetuoso y valiente, ahora es un anciano, tímido y con la idea de ser incapaz hasta para hablar en público.

Moshé dejó de pensar que él era “FUERTE”, pero, este nuevo Moshé no sabía que es precisamente en ese momento que estaba listo para ser usado por Dios. Esta es la manera en la que muchas veces Dios tiene que entrenar a sus líderes.

El apóstol Pablo nos describe:

“Por lo cual, por amor a Mashiaj me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. 2 Cor. 12:10
Esto es una paradoja, sin embargo, es lo que El Eterno estaba enseñando a Moshé. Cuando el anciano se dio cuenta que no tenía poder para librar a Israel, sino que el que tiene poder para hacerlo es Dios, y puede hacerlo a través de él. Entonces, estaba listo para ser usado por Dios.

Una de las razones por las que muchos de nosotros no somos usados por Dios, es porque somos demasiado “FUERTES”. Cuando tenemos muchas habilidades, conocimientos, y confiamos en esto, nos consideramos “Fuertes” y así Dios no nos usará, porque entre otras cosas, le “robaríamos” la gloria a Él. Es en la debilidad humana entregada a Di-s, que somos hechos fuertes.

Suena muy contradictorio a lo que creemos de un líder de este tiempo, ¿verdad? Con esto no trato de decir que Dios anula nuestras capacidades, conocimientos o habilidades, en absoluto. Lo que espera es un corazón entregado totalmente a Él, que confíe y lo obedezca en todo ámbito.

Lo que un verdadero líder de Dios debe saber es que; no es más que un simple instrumento. Y un instrumento en sí no tiene poder para hacer nada. Pongamos de ejemplo un martillo, que tiene la rigidez y fortaleza para golpear o clavar, incluso hasta para romper grandes cosas, pero el martillo en sí no hace nada; sino que necesita de una mano fuerte que lo use para martillar y hacer grandes obras. También un instrumento puede ser usado para muchas cosas, sean buenas o malas, y usando el mismo martillo de ejemplo, en las manos equivocadas puede ser usado para la cocina o el baño, algo que no tiene mucho sentido, ¿verdad?. Puede ser usado incluso en algo tan vil como un asesinato. Sólo en las manos de un ebanista será usado para formar un hermoso mueble; o un escultor sabrá con que precisión e intensidad lo usará para formar una obra de arte.

Es por eso la importancia del corazón totalmente entregado en las mejores manos, las de Dios. Sólo Él tiene el conocimiento y poder de hacer las cosas, y de usar efectivamente nuestras habilidades y fortalezas.

Moshé es un hermoso ejemplo de un líder formado y usado por Dios. Tengamos también nosotros la misma entrega total, para ser instrumentos efectivos en esta tierra. Pues no sabes si quizá alguien ahora pueda necesitar de un líder que lo socorra, ayude o guíe.

Que tenga una buena semana.

Vivir en una época en la que los cambios son cada vez más constantes, parece resultar difícil mantenernos concentrados en nuestros objetivos, como personas en cada área que nos compete. Para no perder el enfoque se necesita de líderes fuertes y apasionados que nos marquen el camino.

En esta Parashá Dios nos presenta a Moshé, un líder con una preparación y llamado muy diferente a lo que muchos de nosotros creeríamos o esperaríamos que fuere.

Moshé fue criado y enseñado como príncipe egipcio, eso implica en toda su ciencia (la cumbre de astronomía, arquitectura, agricultura, comercio, entrenamiento militar, etc.). Con todo este “curriculum” muchos de nosotros pensaríamos que no hay otro mejor candidato para ser el gran libertador. Pero no es así como lo vio Dios que lo tuvo que llevar al desierto, quitándole todo lo que tenía; comodidad, seguridad y sobre todo confianza de autosuficiencia. En ese momento Moshé ya no era príncipe, ahora es un pastor de ovejas ajenas; ya no era un joven fuerte, impetuoso y valiente, ahora es un anciano, tímido y con la idea de ser incapaz hasta para hablar en público.

Moshé dejó de pensar que él era “FUERTE”, pero, este nuevo Moshé no sabía que es precisamente en ese momento que estaba listo para ser usado por Dios. Esta es la manera en la que muchas veces Dios tiene que entrenar a sus líderes.

El apóstol Pablo nos describe:

“Por lo cual, por amor a Mashiaj me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. 2 Cor. 12:10
Esto es una paradoja, sin embargo, es lo que El Eterno estaba enseñando a Moshé. Cuando el anciano se dio cuenta que no tenía poder para librar a Israel, sino que el que tiene poder para hacerlo es Dios, y puede hacerlo a través de él. Entonces, estaba listo para ser usado por Dios.

Una de las razones por las que muchos de nosotros no somos usados por Dios, es porque somos demasiado “FUERTES”. Cuando tenemos muchas habilidades, conocimientos, y confiamos en esto, nos consideramos “Fuertes” y así Dios no nos usará, porque entre otras cosas, le “robaríamos” la gloria a Él. Es en la debilidad humana entregada a Di-s, que somos hechos fuertes.

Suena muy contradictorio a lo que creemos de un líder de este tiempo, ¿verdad? Con esto no trato de decir que Dios anula nuestras capacidades, conocimientos o habilidades, en absoluto. Lo que espera es un corazón entregado totalmente a Él, que confíe y lo obedezca en todo ámbito.

Lo que un verdadero líder de Dios debe saber es que; no es más que un simple instrumento. Y un instrumento en sí no tiene poder para hacer nada. Pongamos de ejemplo un martillo, que tiene la rigidez y fortaleza para golpear o clavar, incluso hasta para romper grandes cosas, pero el martillo en sí no hace nada; sino que necesita de una mano fuerte que lo use para martillar y hacer grandes obras. También un instrumento puede ser usado para muchas cosas, sean buenas o malas, y usando el mismo martillo de ejemplo, en las manos equivocadas puede ser usado para la cocina o el baño, algo que no tiene mucho sentido, ¿verdad?. Puede ser usado incluso en algo tan vil como un asesinato. Sólo en las manos de un ebanista será usado para formar un hermoso mueble; o un escultor sabrá con que precisión e intensidad lo usará para formar una obra de arte.

Es por eso la importancia del corazón totalmente entregado en las mejores manos, las de Dios. Sólo Él tiene el conocimiento y poder de hacer las cosas, y de usar efectivamente nuestras habilidades y fortalezas.

Moshé es un hermoso ejemplo de un líder formado y usado por Dios. Tengamos también nosotros la misma entrega total, para ser instrumentos efectivos en esta tierra. Pues no sabes si quizá alguien ahora pueda necesitar de un líder que lo socorra, ayude o guíe.

Que tenga una buena semana.

5 min

Top Podcasts In Religion & Spirituality

The Bible in a Year (with Fr. Mike Schmitz)
Ascension
In Totality with Megan Ashley
Megan Ashley
Girls Gone Bible
Girls Gone Bible
BibleProject
BibleProject Podcast
The Bible Recap
Tara-Leigh Cobble
Tara Brach
Tara Brach