Nos vinculamos energéticamente unos con otros en un lugar más allá del tiempo y el espacio. Como estamos enredados con los demás (para usar términos cuánticos) y con frecuencia nos vinculamos por medio de emociones que tienen que ver con la supervivencia, cuando seguimos conectados a experiencias y emociones negativas nos es casi imposible cambiar. Por eso la realidad sigue siendo la misma. Al dejar atrás el pasado empezamos a divisar el futuro: Piensa en cuánta energía creativa te está consumiendo la culpabilidad, los juicios, el miedo o la ansiedad que te causan las personas y experiencias del pasado. Imagínate cuántas cosas positivas más podrías hacer si transformaras la energía destructiva en energía productiva. Contempla lo que podrías alcanzar si en lugar de centrarte en sobrevivir (una emoción egoísta) intentaras generar intenciones positivas (una emoción altruista). Pregúntate: ¿A qué energía procedente de experiencias pasadas (en forma de emociones limitadoras) me estoy aún aferrando que refuerza mi anterior identidad y me ata a mis circunstancias actuales? ¿Podría transformarla en un estado elevado que me permitiera crear un resultado nuevo y distinto?Meditar te ayudará a eliminar algunas de las capas, a sacarte algunas máscaras que te has puesto. Ambas cosas impedían que esta inteligencia superior fluyera dentro de ti. Al sacar estas capas te vuelves transparente. Lo eres cuando la imagen que das al mundo es la de quien eres de verdad. Y cuando vivas de este modo sentirás un estado de gratitud, o una gran dicha, que es en realidad nuestro estado natural del ser. Y entonces empezarás a dejar atrás el pasado para divisar el futuro. A medida que apartas los velos que le impiden a esta inteligencia fluir dentro de ti, te vuelves más como ella. Te vuelves más afectuoso, más generoso, más consciente, más resuelto, porque ésta es su mente. El vacío se cierra. En este punto, te sientes feliz y completo. Ya no dependes del mundo exterior para que te defina. Las emociones elevadas que sientes son incondicionales. Nadie ni nada pueden hacerte sentir así. Eres feliz y quien eres es simplemente lo que te inspira a serlo. Ya no sigues viviendo en un estado de carencia o de deseo. Y lo más curioso es que cuando ya no necesitas nada ni quieres nada es cuando puedes empezar a hacer que las cosas se manifiesten de manera natural. La mayoría de la gente, cuando intenta crear algo, lo hace en un estado de carencia, de baja autoestima, de separación, o sintiendo alguna otra clase de emoción limitadora, en lugar de hacerlo en un estado de gratitud, entusiasmo o plenitud. Es entonces cuando el campo cuántico te responde mejor. Todo este proceso empieza reconociendo que existe este vacío en ti y meditando sobre los principales estados emocionales negativos de tu personalidad que lo han creado. A no ser que estés preparado para observarte atentamente y analizar tus inclinaciones con sinceridad y bondad (sin maltratarte por tus defectos), estarás siempre envuelto en algún episodio del pasado y en las emociones negativas que te causó. Obsérvalas. Entiéndelas. Suéltalas. Y crea algo nuevo con la energía que liberas al separar de tu cuerpo la mente y entregársela al campo.
Información
- Programa
- FrecuenciaCada dos semanas
- Publicado17 de noviembre de 2024, 16:30 UTC
- Duración1 h y 29 min
- ClasificaciónExplícito