La iniciativa surge en el contexto de la desinformación, ya sea por ignorancia o sesgos informativos en el ámbito judicial, y la necesidad de canalizar de manera coloquial y entretenida la frustración por no lograr, a veces, dar a entender adecuadamente lo resuelto de forma clara y sencilla, por una parte, y por otra, los malentendidos y errores en la interpretación de lo resuelto, por parte del público en general y los medios de comunicación. No obstante, aquí no hay definiciones ni mayor claridad, sino reflexiones filosóficas, poesía, juegos de palabra, humor y mucha ironía.