Salmo 81 El peso es quitado
Hoy el Señor te dice: “«Te he quitado la carga de los hombros; tus manos se han librado del pesado cesto.» Salmo 81:6 NVI https://bible.com/bible/128/psa.81.6.NVI Créelo de corazón, a las promesas del Señor accedemos por fe. Hoy Él está removiendo peso de tus hombros, cargas que el enemigo puso para detener tu destino, para hacer difícil tu camino y que te rindieras, pero el Señor hoy renueva tus fuerzas como las águilas y correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigarás. Respira profundo, llénate de la palabra de Dios; ahí está tu sustento, su voluntad, su consejo, tu alivio, tu sanidad. En 1 Tesalonicenses 5:16-18 dice: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” Este salmo nos afirma esta palabra pues empieza animándonos a alabar a Dios, a cantarle canciones, a gozarnos en su presencia. Luego viene la promesa: nos quitará el peso que nos aflige, nos liberará. Y por último hace una advertencia: “Escuchen mi voz y vuelvan a mi camino.” Dios es un Padre bueno, Él está esperando que tengamos convicción de pecado y nos arrepintamos de corazón, silenciemos las voces de nuestros enemigos y lo escuchemos solo a Él. Hay una parte de este salmo que dice: “Abre bien tu boca y yo la llenaré.” Imagínate que el Todopoderoso, el Creador de los cielos y la tierra, de donde viene nuestro socorro y nuestro auxilio, hoy nos diga: “Abre tu boca y yo la llenaré.” Empieza a hablar, a creer, a profetizar, a declarar, a proclamar, y Dios llenará tu boca con sus palabras que son vida, que cambian cualquier circunstancia, que transforman a cualquier persona. Cualquier cosa que necesites que cambie en tu vida, es el momento de creerle a Dios, de cambiar tu mentalidad, de entregar tu corazón completamente, ejerciendo esa autoridad que Jesús nos dio en la Cruz, orando lo que su palabra dice. Podemos ejecutar los planes de Dios para nuestra vida, para nuestra familia, para nuestra nación. Despiértate tú que duermes; es hora de resplandecer. Levántate que tu tiempo es ahora, escucha lo que tu Padre tiene para decirte.