Por Tara Fox
Leído por Viviana Barraza
A continuación, se presentan tres maneras de combatir la duda y el temor cuando surgen:
• Acudir a la Palabra de Dios
Si alguna vez dudamos de nuestra salvación, la mejor solución es renovar nuestra mente en la Palabra de Dios. La Biblia es el arma más importante que podemos usar para luchar contra las mentiras de Satanás. Jesús mismo usó las Escrituras cuando Satanás lo tentó. Hay innumerables versículos que hablarán la verdad de nuestra Salvación Eterna. Si Satanás está aquí para desanimarnos constantemente, debemos acudir constantemente a la Palabra de Dios para renovar nuestra mente con la verdad. Si ya ha aceptado a Jesucristo como tu Salvador personal, la Biblia asegura que estamos seguras y que somos Suyas.
"Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano." (Juan 10:27-28 NVI)
• Observe cómo Dios la ha cambiado
¿Dónde estaba usted cuando Dios la llamó? Tenemos salvación solo por gracia, eso es todo, pero somos conocidas por nuestro fruto. A medida que pasamos más tiempo con Jesús, comenzaremos a parecernos más a Él. Nuestras acciones y decisiones de conducta comenzarán a parecerse a las suyas. ¿Cuál es la evidencia de la obra del Espíritu Santo en tu vida? ¿Cómo te ha cambiado desde que llegaste a Él por primera vez? Ya sea de manera dramática o gradual, no eres la misma persona.
Ningún seguidor de Cristo es perfecto, pero Él aún no ha terminado con nosotras.
El Señor me recordó esa noche: "Así es como sé que eres mía". Mi desesperación por un alma perdida mostró mi corazón compasivo; esta cualidad que Él ha estado cultivando en mí desde mi juventud. Tengo mucho que crecer, pero el Espíritu Santo me ha cambiado de muchas maneras a lo largo de los años. ¿Cómo te ha cambiado a ti desde que te convertiste en cristiana?
“Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán.” (Mateo 7:16-20 NVI).
•Observa la providencia de Dios
La providencia es la idea de que la guía y el cuidado soberanos de Dios nos han llevado a nuestro camino actual y nos están llevando a nuestro destino. Él tiene el control.
Solo piensa en todas las ocasiones en tu vida que solo Dios podría haber orquestado; las cosas que pueden parecer una coincidencia a otros, pero sabes que Su mano lo causó. Dios usa incluso los momentos más difíciles para dirigir nuestros caminos para nuestro bien y para Sus propósitos. ¿Puedes mirar atrás y ver Su intervención divina en tu propia vida? Él está caminando contigo, Él ha estado allí a lo largo de todo el camino.
"El SEÑOR es mi pastor; tengo todo lo que necesito. En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre. Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan. Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones. Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR viviré por siempre." (Salmos 23:1-6 NTV).
@clubdeayudaparamamas
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- FrequencyUpdated daily
- Published13 November 2024 at 07:00 UTC
- Length13 min
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