Tocada y hundiéndose
"Unirse a la OTAN es un negocio costoso, y apoyar a Ucrania es un negocio costoso, y eso no tiene fin a la vista", según Janne Kuusela, directora general de política de defensa del Ministerio de Defensa de Finlandia.
Porque, claro, una cosa es que un país sea miembro de la OTAN de facto, pero no de iure, tal como era el caso de Finlandia desde hacía muchos años, y otra muy distinta, es ya la integración formal a la Alianza Atlántica que tiene tanta letra chica, que cualquiera se pierde, y luego llegan los lamentos.
Ahora Finlandia empieza a darse cuenta del precio que tiene pertenecer a la OTAN y que ya ha empezado a pagar por abandonar su histórica neutralidad con respecto a Rusia, país que en ningún momento supuso una amenaza para su existencia, ni siquiera tras el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Pero bueno, eso que se lo vayan a contar a la ex primera ministra de Finlandia precisamente, Sanna Marin, quien tras hacer 'el mandado' de meter a su país en la OTAN –en una decisión antidemocrática al no convocar un referéndum para que la ciudadanía lo aprobara–, abandonó su asiento en el Parlamento para trabajar en el think tank del ex primer ministro británico Tony Blair.
Lo que viene siendo la famosa puerta giratoria en política: tú me apruebas algo en el Gobierno, y luego te ubico en un alto cargo, y muy bien remunerado, en alguna empresa importante, o algo así. A saber dónde la ubicarán después.
La cuestión, que más allá de la sinceridad brutal Janne Kuusela, hay gente en Finlandia que confiesa hechos brutales que van acompañados de un aire triunfalista, cuando ese triunfalismo en realidad es una bomba de humo.
Es el caso de la ministra finlandesa de Asuntos Exteriores, Elina Valtonen, quien declaró a The Washington Post que las sanciones occidentales se dirigen, entre otros, contra los rusos de a pie. Según la diplomática, Rusia y sus ciudadanos "son conscientes de que hay un precio que pagar por la situación en Ucrania".
Hasta ahí, el hecho brutal mencionado. Lo que no dice, ni dirá Valtonen, que estas sanciones están golpeando verdaderamente fuerte a los ciudadanos de a pie en la Unión Europea, incluida Finlandia, y no tanto en Rusia.
Estas palabras ignominiosas de esta ministra finlandesa obtuvieron su respuesta de parte del jefe de la diplomacia rusa. "Ya no me sorprende nada cuando oigo las intervenciones de nuestros colegas occidentales. Ni tampoco me sorprende la rapidez con la que Finlandia ha 'pisoteado' su estatus neutro, su reputación, 'afluyó' al 'proyecto' antirruso de EEUU y con qué 'deleite' cumple el 'trabajo' que le encargan", fustigó el canciller ruso Serguéi Lavrov.
"Ahora la ministra de Exteriores de Finlandia, la señora Valtonen [por lo visto es una diplomática de poca experiencia], se expresó abiertamente sobre los objetivos de la imposición de sanciones: causar dolor a la gente de a pie. Como dijo, por llevar a cabo tal guerra, el pueblo ruso debe pagar el precio. O sea, quiere que los ciudadanos de Rusia se levanten contra su Gobierno. Es una declaración absolutamente grosera", sentenció Lavrov.
El canciller ruso abundó que "Finlandia está avanzando a pasos agigantados al 'liderazgo' en el marco de la campaña antirrusa, rosófoba, racista de Occidente. Probablemente no le sería inútil a la señora Valtonen hablar sobre cuál es la guerra por la que pagan su precio los pueblos de Siria, Venezuela, Afganistán, los países sancionados, a los cuales robaron su dinero. A nosotros también nos robaron 300 mil millones de dólares todos esos colegas occidentales junto a Finlandia. Por lo visto, a fin de que los ciudadanos rusos también sientan su responsabilidad".
"Si hablamos del precio de una u otra guerra, se puede y se debe no solo pensar en las sanciones, sino también del precio que pagaron los ciudadanos de Irak, Afgan
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- PublishedSeptember 29, 2023 at 6:00 AM UTC
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