Cada vez Me Equivoco Mejor

Grace Galan terapeuta
Cada vez Me Equivoco Mejor

Grabó aquí la manera maravillosa en la que el Universo entero me envía mensajes y responde mis preguntas, hablaré de películas, libros, meditaciones y experiencias que permiten que cada vez... Me equivoque mejor!! 😉

  1. HACE 1 DÍA

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 11

    Controla la evolución en la meditación: Las prácticas contemplativas interiores hacen que la mente, el cuerpo y el cerebro estén presentes, en lugar de estar estresados anticipando alguna situación futura con la que nos hemos obsesionado. La meditación hace que el cuerpo-mente deje de estar anclado en el pasado y nos libera de las emociones que nos enganchan a la misma vida de siempre. El objetivo de la meditación es caer desde lo alto de un edificio con la lentitud y constancia de una pluma. Primero aprendes a relajar el cuerpo y a concentrar la mente al mismo tiempo. En cuanto aprendes a hacerlo, dejas que el cuerpo se duerma mientras la mente está despierta o activa. La evolución es la siguiente: si en el estado de vigilia te encuentras en ondas beta (de bajas a altas, dependiendo de tus niveles de estrés), en cuanto te sientas con la columna derecha, cierras los ojos, respiras hondo varias veces y miras en tu interior, se desactiva el sistema nervioso simpático y se activa el parasimpático. El sistema de protección del estado de emergencia (lucha/miedo/huida) se desactiva y se activa el mecanismo de protección interno para la regeneración a largo plazo (el crecimiento y la reparación). A medida que el cuerpo se relaja, tus patrones de ondas cerebrales empiezan a pasar a alfa. Si realizas bien la meditación, los patrones de onda de tu cerebro se volverán más coherentes y ordenados. Dejarás de concentrarte en los Tres Grandes para convertirte en sin cuerpo, sin espacio, sin tiempo. Ahora empiezas a sentirte conectado, completo y equilibrado, y sientes las emociones elevadas más sanas de la confianza, la dicha y la inspiración. Un cerebro coherente es el escenario idóneo para la curación Esta nueva señal ordenada y sincronizada que el cerebro le envía al cuerpo organiza los diversos sistemas en homeostasis: el sistema cardiovascular, el sistema digestivo, el sistema inmunitario, etc., también se vuelven coherentes. A medida que el sistema nervioso se reajusta a sí mismo, la enorme cantidad de energía que consumía el estado de supervivencia ahora se puede utilizar para la creación. El cuerpo empieza a curarse. Es el momento en que las ondas cerebrales se vuelven más sincronizadas y pasan de beta a alfa y zeta. Aumenta la cantidad de circuitos individuales que empiezan a comunicarse de manera ordenada y a procesar una mente más coherente. Tu mente deja de ser estrecha de miras, sobre concentrada, obsesiva, comparti-mentalizada y deja de pensar en el estado de supervivencia, para volverse más abierta, relajada, holística, presente, ordenada, creativa y simple. Es el estado natural del ser en el que se supone que deberíamos vivir. Échale un vistazo al estado de coherencia o a lo que también se denomina sincronicidad, el estado en el que el cerebro funciona armoniosamente.

    31 min
  2. 17 NOV

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 10

    Nos vinculamos energéticamente unos con otros en un lugar más allá del tiempo y el espacio. Como estamos enredados con los demás (para usar términos cuánticos) y con frecuencia nos vinculamos por medio de emociones que tienen que ver con la supervivencia, cuando seguimos conectados a experiencias y emociones negativas nos es casi imposible cambiar. Por eso la realidad sigue siendo la misma. Al dejar atrás el pasado empezamos a divisar el futuro: Piensa en cuánta energía creativa te está consumiendo la culpabilidad, los juicios, el miedo o la ansiedad que te causan las personas y experiencias del pasado. Imagínate cuántas cosas positivas más podrías hacer si transformaras la energía destructiva en energía productiva. Contempla lo que podrías alcanzar si en lugar de centrarte en sobrevivir (una emoción egoísta) intentaras generar intenciones positivas (una emoción altruista). Pregúntate: ¿A qué energía procedente de experiencias pasadas (en forma de emociones limitadoras) me estoy aún aferrando que refuerza mi anterior identidad y me ata a mis circunstancias actuales? ¿Podría transformarla en un estado elevado que me permitiera crear un resultado nuevo y distinto?Meditar te ayudará a eliminar algunas de las capas, a sacarte algunas máscaras que te has puesto. Ambas cosas impedían que esta inteligencia superior fluyera dentro de ti. Al sacar estas capas te vuelves transparente. Lo eres cuando la imagen que das al mundo es la de quien eres de verdad. Y cuando vivas de este modo sentirás un estado de gratitud, o una gran dicha, que es en realidad nuestro estado natural del ser. Y entonces empezarás a dejar atrás el pasado para divisar el futuro. A medida que apartas los velos que le impiden a esta inteligencia fluir dentro de ti, te vuelves más como ella. Te vuelves más afectuoso, más generoso, más consciente, más resuelto, porque ésta es su mente. El vacío se cierra. En este punto, te sientes feliz y completo. Ya no dependes del mundo exterior para que te defina. Las emociones elevadas que sientes son incondicionales. Nadie ni nada pueden hacerte sentir así. Eres feliz y quien eres es simplemente lo que te inspira a serlo. Ya no sigues viviendo en un estado de carencia o de deseo. Y lo más curioso es que cuando ya no necesitas nada ni quieres nada es cuando puedes empezar a hacer que las cosas se manifiesten de manera natural. La mayoría de la gente, cuando intenta crear algo, lo hace en un estado de carencia, de baja autoestima, de separación, o sintiendo alguna otra clase de emoción limitadora, en lugar de hacerlo en un estado de gratitud, entusiasmo o plenitud. Es entonces cuando el campo cuántico te responde mejor. Todo este proceso empieza reconociendo que existe este vacío en ti y meditando sobre los principales estados emocionales negativos de tu personalidad que lo han creado. A no ser que estés preparado para observarte atentamente y analizar tus inclinaciones con sinceridad y bondad (sin maltratarte por tus defectos), estarás siempre envuelto en algún episodio del pasado y en las emociones negativas que te causó. Obsérvalas. Entiéndelas. Suéltalas. Y crea algo nuevo con la energía que liberas al separar de tu cuerpo la mente y entregársela al campo.

    1 h y 29 min
  3. 10 NOV

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 9

    El vacío: Si queremos que algo del exterior nos haga felices, no estamos siguiendo la ley cuántica. Estamos dependiendo de lo de fuera para cambiar lo de dentro. Si creemos que en cuanto tengamos el dinero para comprar más cosas seremos de lo más felices, lo estamos viendo al revés. Tenemos que sentirnos felices antes de que la abundancia aparezca en nuestra vida. ¿Y qué ocurre si los adictos no pueden aumentar su dosis? Se sienten más enojados, más frustrados, más amargados, más vacíos. Quizá prueben otros métodos: añadiendo el juego a la bebida, o las compras a la televisión y a las películas como válvulas de escape. Pero al final nada les bastará. Los centros del placer se habrán recalibrado a un nivel tan alto que cuando el mundo exterior no les provoca ningún cambio químico les parece que no pueden disfrutar con las cosas más sencillas. La cuestión es que la verdadera felicidad no tiene nada que ver con el placer porque depender de cosas tan estimulantes para sentirnos bien sólo nos aleja de la auténtica dicha. El mayor vacío: la adicción emocional: Al pensar en este vacío, seguramente te has dicho: Claro que escondemos a los demás nuestros miedos, inseguridades, debilidades y el lado oscuro. Si les diéramos rienda suelta expresándolos, seguramente nadie se ocuparía de nosotros; nos dejarían solos, cuidándonos de nosotros mismos. En cierto sentido, es verdad. Pero si queremos ser libres debemos afrontar nuestro verdadero yo y sacar a la luz este lado oscuro de nuestra personalidad. No intentes analizar los episodios del pasado validando las emociones memorizadas que ya forman parte de tu personalidad. Aunque los analices, no resolverás tus problemas mientras sigas atrapado en esas emociones. Observar la experiencia o revivir el episodio que creó el problema tan sólo te hará volver a sentir las mismas antiguas emociones y te dará una razón para sentirte igual que siempre. Cuando intentas resolver tus problemas con el mismo estado mental que los creó, te limitas a analizarlos disculpándote por no cambiar nunca. Es mejor que trates de desmemorizar las emociones que te limitan. Un recuerdo sin la carga emocional se llama sabiduría. Es entonces cuando puedes observar objetivamente un episodio del pasado, contemplarlo y ver quién estabas siendo, sin el filtro de esa emoción. Si intentas desmemorizar el estado emocional que te provocó, podrás vivir, pensar y actuar sin las limitaciones o las trabas de ese sentimiento. Reducir e incluso eliminar el vacío entre quien somos y quien aparentamos ser es seguramente el mayor reto de nuestra vida. Tanto si lo llamamos vivir con autenticidad, superar nuestras propias limitaciones o «lograr» que los demás nos acepten tal como somos, es algo que la mayoría deseamos. El cambio —cerrar el espacio del vacío— debe empezar dentro de nosotros. Como ya sabes, una de las habilidades más importantes que necesitas adquirir para crecer interiormente es la autoconciencia/autoobservación. Cuando medites observarás el estado emocional negativo que tanto te ha impactado en tu vida. Reconocerás el principal estado de tu personalidad que motiva tus pensamientos y conductas para conocer íntimamente todos sus matices. Con el tiempo, usarás este poder de la observación para desmemorizar ese estado emocional negativo. Así entregarás esta emoción a una mente superior, cerrando el vacío entre quien eres y la imagen que has estado dando al mundo. Ten en cuenta que no basta con advertir cómo has estado pensando, sintiendo y actuando. En la meditación tienes que ser más activo. También debes decirte la verdad. Sé sincero y revela lo que has estado ocultando en ese rincón oscuro del vacío. Sácalo a plena luz del día. Y cuando veas lo que te has estado haciendo a ti mismo, tendrás que contemplar ese desastre y decir: Esto ya no me beneficia para nada. Ya no me sirve. Esto no es quererse. Y decidir entonces ser libre.

    59 min
  4. 3 NOV

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 8

    Los tres cerebros: de pensar a actuar y a ser: Las propiedades de la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro de renovarse y crear nuevos circuitos a cualquier edad mediante los estímulos del entorno y nuestras intenciones conscientes) son tan grandes que nos permiten crear un nuevo nivel de mente. En cierto modo, se da el proceso neurobiológico de «fuera lo viejo, bienvenido lo nuevo» que los neurocientíficos denominan poda y generación. Es lo que yo llamo desaprender y aprender, y nos permite superar nuestras limitaciones actuales e ir más allá de nuestros condicionamientos o nuestras circunstancias. Al crear el hábito de una nueva forma de ser, básicamente estamos volviendo a controlar lo que hasta ahora era un proceso inconsciente del ser. En lugar de tener la mente un objetivo (No voy a seguir enfadándome por todo) y el cuerpo otro (Prefiero seguir enfadándome e inundándome con las sustancias químicas a las que estoy acostumbrado), unimos la intención de la mente con las respuestas del cuerpo. Y para lograrlo debemos crear una nueva forma de pensar, actuar y ser. Para que nuestra vida cambie, primero debemos cambiar nuestros pensamientos y sentimientos, después hacer algo (cambiar nuestras acciones o conducta) para tener una nueva experiencia, la cual nos producirá un nuevo sentimiento, y luego memorizar ese sentimiento hasta que se convierta en un estado del ser (cuando mente y cuerpo son uno), pero al menos contamos con algunas ventajas. Aparte de la neuroplasticidad del cerebro, se podría decir que disponemos de más de un cerebro con los que trabajar. En realidad, tenemos tres. La neocorteza es la arquitecta o diseñadora del cerebro. Nos permite aprender, recordar, razonar, analizar, planear, crear, especular sobre posibilidades, inventar y comunicarnos. Como en esta región es donde se almacena la información sensorial como lo que vemos y oímos, la neocorteza nos conecta a la realidad exterior. La neocorteza procesa en general los conocimientos y las experiencias. Primero reúnes conocimientos en forma de hechos o de información semántica (conceptos o ideas filosóficas o teóricas aprendidas intelectualmente), con lo que la neocorteza incorpora nuevas conexiones sinápticas y circuitos. Cuando estás viviendo una experiencia nueva y los sentidos le envían a la neocorteza un torrente de información del mundo exterior, sus redes neurales se organizan para reflejar este acontecimiento. La experiencia enriquece incluso más al cerebro que el nuevo conocimiento adquirido. En cuanto estas redes de neuronas se activan con una determinada estructura en respuesta a la experiencia nueva, el cerebro emocional produce y secreta sustancias químicas en forma de péptidos. Este cóctel químico tiene una particular huella que refleja las emociones que sientes en el momento. Como ya sabes, las emociones son producto de las experiencias; una experiencia nueva crea una emoción nueva (que envía señales a nuevos genes de nuevas formas). Así pues, las emociones le señalan al cuerpo que almacene el episodio químicamente y empiezas a encarnar lo que estás aprendiendo. En el proceso, el cerebro límbico ayuda a formar recuerdos a largo plazo: puedes recordar cualquier experiencia mejor porque te acuerdas de cómo te sentiste emocionalmente cuando ocurrió. Cuando el cuerpo conoce una experiencia igual o más que la mente consciente, cuando puedes repetirla a tu antojo de manera automática, es que has memorizado el acto, la conducta, la actitud o la reacción emocional hasta que se ha convertido en una habilidad o en un hábito Al alcanzar este nivel de destreza has pasado a un estado del ser. Has activado la tercera región del cerebro que desempeña un papel muy importante en cambiar tu vida: el cerebelo, la sede del subconsciente. El cerebelo, la parte más activa del cerebro, está situado en la parte posterior de la cavidad craneana. Considéralo como el microprocesador y el centro de memoria

    1 h y 5 min
  5. 27 OCT

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 7

    Supervivencia frente a creación: Cada vez que alteramos el equilibrio químico del cuerpo, se produce lo que llamamos «estrés». La respuesta de estrés es la manera innata del cuerpo de responder a lo que le hace perder el equilibrio y a lo que hace para recuperarlo. Los seres humanos, a diferencia de los animales, activamos la respuesta de lucha o huida con un simple pensamiento puede no tener que ver con las circunstancias presentes. Podemos activar la respuesta de lucha o huida al anticipar alguna situación. Y lo peor de todo es que podemos desencadenar la respuesta de estrés al recordar un episodio infeliz urdido en el tejido de nuestra materia gris. Así pues, tanto si anticipamos una experiencia que nos produce la respuesta de estrés como si la recordamos, el cuerpo está existiendo en el futuro o en el pasado. Convertimos por desgracia las situaciones estresantes breves en largas. ¿Y qué ocurre cuando sigues movilizando toda esta energía para alguna emergencia? Si estás gastando toda tu energía en algún problema del mundo exterior, te quedará muy poca para tu mundo interior. El sistema inmunológico, que controla tu mundo interior, no tiene suficiente energía para el crecimiento y la regeneración. Y acabas enfermando. Esto es una conducta desadaptativa. Cuando este estado de emergencia dura demasiado, la respuesta de lucha o huida usa la energía que tu medio interno necesita. El cuerpo le roba esta energía vital al sistema inmunológico, al sistema digestivo y a los sistemas endocrinos, entre otros, y se la envía a los músculos para que puedas luchar contra un depredador o huir del peligro. Pero en tu situación esto sólo te perjudica. Desde una perspectiva psicológica, la sobreproducción de hormonas del estrés genera emociones humanas de ira, miedo, envidia y odio; fomenta sentimientos de agresividad, frustración, ansiedad e inseguridad; y provoca experiencias de dolor, sufrimiento, tristeza, desesperanza y depresión. La mayoría de la gente se pasa la mayor parte del tiempo preocupándose con pensamientos y sentimientos negativos. ¿Es porque la mayoría de las cosas que nos ocurren son negativas? ¡Claro que no! Tienen una actitud tan negativa porque viven anticipando el estrés o re-experimentándolo con los recuerdos, por eso la mayoría de sus pensamientos y sentimientos están motivados por las fuertes hormonas del estrés y la supervivencia. Cuando se activa la respuesta de estrés, nos centramos en tres elementos muy importantes: • El cuerpo (Debo protegerlo). • El entorno (¿Adónde puedo ir para huir de la amenaza?). • Tiempo (¿Cuánto tiempo tengo para evitar esta amenaza?) Los humanos estamos tan dominados por los Tres Grandes porque vivimos en un estado de supervivencia. La respuesta de estrés y las hormonas que secreta nos obligan a centrarnos (y obsesionarnos) en el cuerpo, el entorno y el tiempo. Por eso empezamos a definir nuestro «yo» en el marco del reino físico, nos volvemos menos espirituales, menos conscientes, menos atentos y menos lúcidos. Y lo peor de todo es que vivimos temiendo que si estos problemas desaparecieran no sabríamos qué pensar ni qué sentir, ni experimentaríamos el torrente de energía que nos hace recordar quien somos. A la mayoría de personas nos aterra la posibilidad de no ser alguien. ¡Qué horrible nos parece ser «nadie», carecer de identidad!

    58 min
  6. 20 OCT

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 6

    ¿Puedes elegir una posibilidad del campo cuántico (a propósito, ya existen todas las posibilidades en él) y sentir emocionalmente una situación futura antes de que se materialice? ¿Puedes hacerlo tantas veces que adiestres emocionalmente a tu cuerpo con una nueva mente, enviando señales a nuevos genes de una nueva forma? Si lo logras, es muy probable que empieces a conformar y moldear tu cerebro y tu cuerpo en una nueva expresión... para que cambien físicamente antes de que la posible realidad deseada se manifieste. Cuando visualizas mentalmente una realidad futura deseada una y otra vez hasta que el cerebro cambia físicamente como si ya la hubiera vivido, y la sientes emocionalmente tantas veces que el cuerpo cambia como si ya la hubiera experimentado, no te detengas... ¡porque es cuando la situación te encuentra! Y llega del modo más inesperado, lo cual te demuestra que ha surgido de tu relación con una conciencia superior, y este descubrimiento te inspira a hacerlo una y otra vez. Ve más allá del tiempo: Has aprendido que cuando los seres humanos intentamos cambiar reaccionamos como adictos, porque nos volvemos adictos a nuestros estados químicos del ser habituales. Cuando tienes una adicción es casi como si el cuerpo poseyera una mente propia. A medida que las situaciones del pasado provocan la misma respuesta química que la del episodio original, tu cuerpo cree estar reviviéndolo. Y en cuanto lo adiestras con este proceso a ser la mente subconsciente, el cuerpo es el que lleva la batuta, se convierte en la mente y, por lo tanto, puede, en cierto sentido, pensar. El subconsciente se ocupa de la mayoría de procesos físicos y mentales que tienen lugar mecánicamente. La mayor parte de esta actividad sirve para que el cuerpo siga funcionando. Los científicos se refieren a este sistema regulador como el sistema nervioso autónomo. Es evidente lo peligroso que puede ser ceder a este sistema automático el control de las respuestas emocionales diarias desencadenadas por nuestros recuerdos y el entorno. Esta serie subconsciente de respuestas rutinarias se han comparado de formas muy diversas con un piloto automático y con los programas automáticos de un ordenador. Estas analogías intentan mostrarnos que bajo la mente consciente hay algo que controla nuestra conducta. Si esperamos que suceda en el futuro una situación previsible basándonos en un recuerdo del pasado, estamos viviendo como esos canes. Una experiencia vivida con alguien o algo en particular en un determinado momento y lugar nos hace responder fisiológicamente de manera automática (o autónoma).En cuanto abandonamos las adicciones emocionales procedentes del pasado, ya no habrá nada que active los programas automáticos del antiguo yo. Así pues, es lógico que, aunque «pensemos» o «creamos» vivir en el presente lo más probable es que nuestro cuerpo esté viviendo en el pasado. Los rasgos de nuestra personalidad suelen basarse en emociones pasadas. La mayoría de las veces la personalidad (cómo pensamos, actuamos y sentimos) está anclada en el pasado. Por eso, para poder cambiar nuestra personalidad, debemos cambiar las emociones memorizadas. Dejar de vivir en el pasado. Para abandonar tus hábitos casi automáticos y dejar de anticipar el futuro, necesitas aprender a vivir más allá del tiempo. Vive tu nuevo futuro deseado en el precioso presente: Hay otras preguntas importantes que debes hacerte: si sabes que al estar presente y eliminar tus conexiones con el pasado puedes acceder a todos los resultados posibles en el campo cuántico, ¿por qué elegir vivir en el pasado y seguir creándote el mismo futuro? ¿Por qué no hacer lo que ya está a tu alcance: modificar mentalmente la configuración del cerebro y el cuerpo para cambiar antes de que se materialice la experiencia deseada? ¿Por qué no decidir vivir ahora el futuro elegido?

    50 min
  7. 14 OCT

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 5

    Ve más allá del cuerpo: Cada vez que tienes un pensamiento se da una reacción bioquímica en el cerebro, generas sustancias químicas. Cuando el cuerpo recibe estos mensajes químicos del cerebro, responde al instante activando una serie de reacciones que coinciden con lo que el cerebro está pensando. Acto seguido el cuerpo le envía al cerebro un mensaje confirmándole que ahora se siente exactamente como el cerebro está pensando. El bucle de los pensamientos y sentimientos: cuando tienes distintos pensamientos, los circuitos del cerebro se activan en sus correspondientes secuencias, estructuras y combinaciones, que a su vez producen estados mentales afines a estos pensamientos. En cuanto se activan estas redes de neuronas en particular, el cerebro produce sustancias químicas con una huella que coincide con estos pensamientos para que te sientas de forma parecida a lo que estás pensando. Por lo tanto, cuando tienes pensamientos positivos de agradecimiento, amor o alegría, produces sustancias químicas que te hacen sentir de maravilla, lleno de amor o alegría. Lo mismo sucede con los pensamientos negativos, temerosos o impacientes. En cuestión de segundos empiezas a sentirte negativo, preocupado o impaciente. Un estado del ser significa que nos hemos acostumbrado a un estado mental-emocional, a un modo de pensar y de sentir, que se ha convertido en una parte de nuestra identidad. Describimos quién somos basándonos en cómo pensamos (y sentimos) o existimos en el momento presente. Estoy enojado; estoy sufriendo; estoy inspirado; soy un inseguro; soy negativo... Pero pensar y sentir igual que siempre durante años, y pensar de acuerdo con esos sentimientos (el hámster en la rueda), crea un estado memorizado del ser en el que afirmamos tajantemente, como si ya no pudiéramos cambiar: Yo soy. Significa que ahora ya nos definimos como este estado del ser. Nuestros pensamientos y pensamientos se han fusionado. ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar? Imagínate que en la vida hayas tenido algunas experiencias muy duras que te han hecho sufrir. Estos recuerdos siguen provocándote una reacción emocional relacionada con una persona en concreto de un lugar y una época de tu vida. Has estado pensando en el pasado lo suficiente y estos recuerdos afloran a tu mente incluso de manera automática. Imagínate ahora que durante más de veinte años has estado pensando y sintiendo, sintiendo y pensando en el sufrimiento. Ahora, para sufrir, ya no necesitas pensar en el episodio del pasado. Te resulta imposible pensar o actuar de distinta manera a lo que siempre estás sintiendo. Has acabado memorizando el sufrimiento con tus pensamientos y sentimientos recurrentes: el relacionado con aquel episodio y con otros de tu vida. Tus pensamientos sobre ti y tu vida están condicionados por los sentimientos de victimización y autocompasión. Los mismos pensamientos y sentimientos que has estado teniendo durante más de veinte años han hecho que tu cuerpo recuerde la sensación de sufrimiento sin darte cuenta. Ahora esto te parece de lo más natural y normal. Es quién eres. Y siempre que intentas cambiar algo de ti, es como si volvieras al punto de partida. Vuelves a ser el mismo de siempre. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que al pensar en una experiencia con una fuerte carga emocional se activan en el cerebro las mismas secuencias y estructuras del pasado. Y al activarse, las redes neurales de esos circuitos se consolidan cada vez más. También se duplican las mismas sustancias químicas liberadas en el cerebro y el cuerpo (en diversos grados), como si en ese momento estuvieran viviendo de nuevo aquella experiencia del pasado. Estas sustancias químicas hacen que el cuerpo memorice aún más la emoción. Tanto los resultados químicos de pensar y sentir, y sentir y pensar, como las neuronas activándose y conectándose juntas hacen que la mente y el cuerpo activen una serie limitada de programas automáticos.

    1 h y 6 min
  8. 7 OCT

    Audio libro Deja de ser tú Dr. Joe Dispenza parte 4

    Ve más allá del entorno: Quizá te preguntes: ¿Cómo puede mi mente influir en situaciones importantes para cambiar mi vida? ¿Cómo puedo yo colapsar electrones en un acontecimiento llamado la nueva experiencia futura que deseo vivir? No me sorprendería si también dudaras de tu capacidad para crear experiencias reales en el más amplio mundo de la realidad. Si tienes alguna duda, me gustaría que te plantearas la posibilidad de que tu modo de pensar afecta directamente tu vida. Si tienes los mismos pensamientos y sentimientos, seguirás creando la misma realidad de siempre Si puedes aceptar este paradigma como una posibilidad, por lógica tendrás que aceptar que lo siguiente es posible: para crear en tu mundo personal algo distinto de aquello a lo que estás acostumbrado, debes cambiar tu rutina diaria de pensar y sentir. De lo contrario, si piensas y sientes siempre igual que el día anterior y el otro que lo precede, seguirás creando las mismas circunstancias en tu vida, y te generarán las mismas emociones de siempre, lo cual te condicionará a pensar «de acuerdo con» esas emociones. Para cambiar, ve más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo: La mayoría de la gente se centra en la vida en tres cosas: su entorno, su cuerpo y el tiempo. Además de centrarse en estos tres elementos, piensan de acuerdo con ellos. Pero para dejar el hábito de ser el mismo de siempre, debes pensar mucho más allá de las circunstancias de tu vida, trascender los sentimientos que has estado memorizando en tu cuerpo y vivir en una nueva línea del tiempo. Tus recuerdos moldean tu mundo interior: Nuestras relaciones con los demás, la variedad de cosas que poseemos y conocemos, los lugares visitados y en los que hemos vivido en distintos momentos de la vida y la infinidad de experiencias vividas a lo largo de los años han ido configurando la estructura de nuestro cerebro. Incluso la inmensa serie de acciones y conductas que hemos memorizado y realizado repetidamente a lo largo de la vida están grabadas en los intrincados pliegues de nuestra materia gris. Todas las experiencias personales que hemos tenido con la gente y las cosas en distintos lugares y momentos se reflejan literalmente en las redes de neuronas (células nerviosas) del cerebro. ¿Cómo llamamos colectivamente a estos «recuerdos» de las experiencias que hemos tenido con las personas y las cosas en distintos lugares y momentos de nuestra vida? Nuestro entorno exterior. Como tus pensamientos determinan tu realidad, si sigues teniendo los mismos pensamientos de siempre (que son producto y reflejo de tu entorno), seguirás creando la misma realidad día tras día. Tus pensamientos y sentimientos coinciden exactamente con tu vida exterior porque es tu realidad exterior —con todos sus problemas, condiciones y circunstancias— la que está influyendo en cómo piensas y te sientes en tu realidad interior. Cómo adquieres el hábito de ser el mismo de siempre: Debido a esta habituación neural, las dos realidades, la de la mente interior y la del mundo exterior, parecen volverse casi inseparables. Por ejemplo, si no dejas de pensar en tus problemas, tu mente y tu vida se fusionan. Coloreas el mundo objetivo con las percepciones de tu mente subjetiva y estás moldeando siempre la realidad. En cierto modo, has adquirido el hábito de ser el mismo de siempre, eres esclavo de tu entorno. Tu forma de pensar va a la par con las condiciones de tu vida, y, por lo tanto, como observador cuántico, estás creando una mente que solamente refuerza estas circunstancias en tu realidad. Todo cuanto estás haciendo es reaccionar a tu mundo exterior, conocido y que no cambia. La neurociencia ha demostrado que cambiamos nuestro cerebro —y por lo tanto de conductas, actitudes y creencias— al pensar de distinta manera. Por medio del repaso mental (imaginar repetidamente que realizamos una acción), los circuitos del cerebro se reorganizan para reflejar nuestros objetivos.

    36 min

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Grabó aquí la manera maravillosa en la que el Universo entero me envía mensajes y responde mis preguntas, hablaré de películas, libros, meditaciones y experiencias que permiten que cada vez... Me equivoque mejor!! 😉

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