EPISODIO 179: Suspira para aliviar la ansiedad

¡Hola! Soy Gloria Cano y la invitación de esta semana, en nuestro episodio 179 de #ParayRespira, es: Suspira para aliviar la ansiedad.

Algunos de ustedes recordarán nuestro episodio 21 titulado Suspira y vive mejor, o el episodio 103 titulado Suspira y alivia tu estrés. Allí explicamos la importancia de los suspiros para nuestra función pulmonar y sus muchos beneficios inmediatos. Recordemos que, un suspiro:

• Relaja

• Disminuye el estrés

• Mejora el estado de ánimo

• Ayuda a aliviar la ansiedad

• Aumenta el bienestar emocional

• Nos ayuda a tomar conciencia del aquí y el ahora

• Facilita la concentración

• Permite soltar la carga negativa que vamos acumulando a lo largo del día

• Abre los alvéolos y podemos obtener más oxígeno, por lo que -literalmente- ¡nos ayuda a vivir!

Así que esta semana vamos a practicar el suspiro cíclico para aliviar la ansiedad y, de paso, mejorar nuestra capacidad pulmonar.

Dentro de los popularizadores de este método para aliviar la ansiedad está el psiquiatra David Spiegel que está estudiando los efectos de distintos tipos de respiración en el estado mental de las personas.

El suspiro cíclico es un ejercicio de respiración que consiste en inhalar por la nariz, llenar los pulmones y luego exhalar lentamente por la boca. La idea es inhalar breve pero profundamente y luego exhalar por el doble del tiempo que usamos para inhalar. Las investigaciones sugieren que la exhalación lenta es lo más relajante.

La secuencia de esta técnica es la siguiente:

• Hacer una inhalación por la nariz sintiendo que el abdomen se expande

• Hacer una segunda inhalación más corta sintiendo que la parte superior del pecho se expande

• Inmediatamente después hacer una exhalación larga por la boca.

• Respirar de esta forma durante unos minutos.

¡Así que regálate unos minutos y anímate a suspirar conmigo!

Comencemos…

Siéntate en una posición cómoda, con la espalda recta y ambos pies en el piso. Nota la silla en que estás, nota la tierra bajo tus pies, que te acoge sin restricciones.

Comienza con la respiración natural: Inhala y exhala por la nariz, sin forzar tu respiración. Observa cómo tu cuerpo se eleva con la inhalación y desciende con la exhalación. Enfoca tu atención en tu respiración. Si tu mente divaga, tráela gentilmente de vuelta a la respiración.

Ahora vamos a practicar el suspiro cíclico en rondas de 3 ciclos…

Primera inhalación: Inhala lenta y profundamente por la nariz. Comienza con tu abdomen, permitiendo que se expanda a medida que llenas tus pulmones hasta la mitad. Sostén esta respiración brevemente.

Segunda inhalación: Continúa inhalando por la nariz, ahora expandiendo tu pecho para llenar completamente tus pulmones. Sostén esta posición combinada (abdomen y pecho llenos) por un momento.

Exhalar: Exhala lenta y completamente por la boca. Asegúrate de que la exhalación sea suave y dure aproximadamente el doble que las inhalaciones combinadas.

Una vez más…

Una vez más…

Repitamos el ciclo:

1. Inhala por la nariz y siente cómo tu abdomen se expande, ahora da una segunda inhalación más corta y siente que tu pecho se expande, y …. Exhala largo por la boca

2. Inhala por la nariz y siente cómo tu abdomen se expande, ahora da una segunda inhalación más corta y siente que tu pecho se expande, y …. Exhala largo por la boca

3. Inhala por la nariz y siente cómo tu abdomen se expande, ahora da una segunda inhalación más corta y siente que tu pecho se expande, y …. Exhala largo por la boca

Después de completar los ciclos, tómate un momento para observar cómo se siente tu cuerpo. Nota cualqu