Mi experiencia Juan Castagna Valentino

Cuando somos capaces de agradecer el paso por la vida de la gente o mismo los momentos con gente que nos ayudaron a transformar entendemos que estamos frente a los grandes maestros de nuestra vida. Aquellas personas que nos invitan a realizar cambios de raiz en nuestra cotidianeidad para cada vez estar más cerca de un presente en paz. En el capítulo de hoy, vengo a contarles de ella. De "Córdoba". Mi gran maestra, la persona que caminando a mi lado se encargó de entregarme la llave de mis sombras y mis miedos dandome la confianza para enfrentarlos.

Cuando no encuentro el camino, me voy de presente o mi vieja versión se quiere apoderar nuevamente de mí es cuando se hacen presentes las señales. Pequeñas situaciones, momentos, elementos que me atraviesan durante el día para recordarme la fuerza interior que tengo para alcanzar todo lo que mis creencias sienten. No me dejan tirado, me motivan y me reafirman mi intuición. Es importante observarlas, prestarles atención. Es importante ir atrás de lo que deseamos, es importante ir detrás del "conejo blanco".

Seguimos experimentando. En el día de hoy les traigo un nuevo formato surgido de las entrañas de este podcast. Pequeñas charlas con diferentes personas que se interesan por este camino o yo me intereso por conocer. En este caso charlamos con Gaby (@madresquevibranalto), mi terapeuta, donde le cuento un poco como fue mi camino en este proceso de sanación y el armado del podcast. Bienvenidos a compartiendo experiencias en vivo, espero que lo disfruten.

Hace unas semanas logré identificar que llevo conmigo a cuestas muchas emociones que nunca logré sacar. Muchas emociones ocupando espacio y le quitan lugar a lo nuevo. Hace unas semanas me permití sacarlas. Me permití enojarme y gritar, pero principalmente me permití perdonarme para avanzar.

Hace rato que necesitaba una charla conmigo mismo. Una charla de agradecimiento a quien supe ser y ya no soy más. Agradecer, perdonar y avanzar es el único camino que encuentro hoy para seguir transitando mi evolución y sanación. Nunca está de más parar el tiempo y dedicar un rato a mirar para atrás y ver todo lo que hemos logrado. Saber que nunca hemos estado solos, sino que acompañados de la mejor compañia que pudimos haber tenido: nosotros mismos.

Permitirse estar mal y escuchar esos ruidos de la mente es parte de proceso. Hoy vengo a contarles mis últimas 24 horas y como de a poco, con constancia y recordando quien soy pude volver a la gratitud y al hermoso proceso de sanación y transformación.