Al contado Sputnik Mundo

Diáfana. Así es la visión que tiene el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de por qué las sanciones occidentales contra Rusia han fracasado estrepitosamente. Las razones que esgrimió son tan contundentes, que son incontestables: Rusia fue concebida como una superpotencia industrial, y cuenta con grandes recursos energéticos.

China insta a la Unión Europea (UE) a acabar cuanto antes con la investigación que Bruselas lleva a cabo sobre los subsidios a la industria china de vehículos eléctricos. Pekín promete consecuencias para el bloque comunitario, de continuar por este camino de presión hacia la industria china y a la competencia del libre mercado.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que los países de Asia Central no se han arrodillado ante EEUU, pese a los intentos de Washington de intimidarlos. Lo expresó al concluir su visita de Estado a Uzbekistán, donde se reunió con su par Shavkat Mirziyóyev. Mientras, Jeffrey Sachs calificó a EEUU como el país de la guerra perpetua.

Estancada. Así está la legislación de la Unión Europea que permitiría utilizar los beneficios de los activos rusos congelados para financiar la compra de armas para Ucrania, a causa del rechazo de uno de los miembros del bloque. Lo admitió el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.

Mantener el precio del petróleo a niveles relativamente accesibles en la última década se fundó básicamente en el boom del 'fracking' y del 'shale oil', que ha permitido a EEUU duplicar su producción de petróleo. De no haber sido así, el barril de crudo probablemente habría sido mucho más caro ante la potente demanda en China y la India.

La corporación estatal rusa de energía atómica Rosatom, informó que Rusia y Uzbekistán han firmado un acuerdo sobre la construcción de una central nuclear de baja potencia en el país asiático. Así están las cosas, mientras Rusia toma la iniciativa de ayudar a otros países en su desarrollo, Occidente alimenta el belicismo.