Descansando en Dios

Francisco Atencio
Descansando en Dios

Devocional Cristiano Doctrinal

  1. 12/20/2024

    1004 - Salmos. Razones para alabar a Dios. Sal 138:1

    1004 – Sal 138:1 – Salmos. Razones para alabar a Dios. Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos. Este salmo 138 es uno de los ocho salmos que siguen y fueron escritos por David (Sal 138–145), y son los últimos escritos por David en el Salterio. Este salmo es de acción de gracias. La acción de gracias debe ser parte integral de nuestra alabanza a Dios. Cuando agradecemos a Dios las bendiciones materiales y espirituales, también debemos darle gracias por contestar nuestra oración. ¿Recuerda cuándo le pidió a Dios su protección, fuerza, consuelo, paciencia, amor y otras necesidades especiales y Él se las concedió? Todas estas respuestas de Dios son las razones para adorar, alabar a Dios por siempre. Pero no piense que Dios siempre le va a dar todo lo que quiere, ni a concederle todo lo que pida, Dios es soberano y hace como Él quiere (Is 46:9-10; Dn 4:35). 1. Alabanza por la victoria personal (Sal 138:1-3). “Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos.” (Sal 138:1). La frase delante de los dioses ha producido diferentes interpretaciones. La LXX tiene “ángeles”; algunos piensan que el salmista alababa en presencia de los dioses falsos. Otros los interpretan como seres divinos en general, incluyendo ángeles y poderes malignos. Otros pasajes indican que la alabanza a Dios debilita las fuerzas malignas. Lo cierto es que el salmista no se avergüenza de alabar a Dios delante de todas las personas y de todos los poderes del universo. “Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.” (Sal 138:2). Doy gracias es “alabo con gratitud”, por eso los traductores alternan entre “alabar” y “dar gracias”. Lo que el salmista destaca en esta alabanza es la misericordia y la verdad (o fidelidad) de Dios. La última línea del Sal 138:2 en hebreo es literal: “porque has engrandecido [exaltado] tu nombre, y tu palabra.” Pero algunos preguntan: ¿Cómo puede exaltar su palabra sobre su propia esencia? De modo que muchos creen que se ha perdido una conjunción y lo traducen como RVA60. “El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma.” (Sal 138:3). El salmista presenta dos razones para alabar a Dios porque Él me respondió, y fortaleció. Dios contesta de muchas maneras; aquí Dios no sólo lo liberó sino también renovó sus fuerzas interiores con su poder (Ef 6:10). 2. Alabanza universal a Dios (Sal 138:4-6). “Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, porque han oído los dichos de tu boca.” (Sal 138:4). La mención de reyes es uno de los detalles que pueden indicar el aspecto real de este Salmo. Los salmos a menudo demuestran una gran visión misionera; el motivo principal es que todos en el mundo alaben a Dios. Para eso necesitan escuchar su Palabra, que es el gran desafío del NT también, y en nuestro tiempo. “Y cantarán de los caminos de Jehová, Porque la gloria de Jehová es grande.” (Sal 138:5). Destaca dos enseñanzas. No sólo deben conocer los hechos de Dios sino también sus caminos, la manera en que actúa. También indica que la gloria de Dios en sí hace surgir alabanza. El salmista no deja de maravillarse por la grandeza de Dios; creó todo y reina, sobre todo. Y se maravilla aún más cuando reconoce que a pesar de su grandeza y gloria mira al humilde. “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.” (Sal 138:6). “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo;” (1Pe 5:5-6). 3. Alabanza invencible (Sal 138:7-8). “Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.” (Sal 138:7).

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  2. 12/19/2024

    1003 - Salmos. Cómo podemos cantar a Dios. Sal 137:4

    1003 – Sal 137:4 – Salmos. ¿Cómo podemos cantar a Dios? ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños? El Sal 137 es claramente acerca de la cautividad babilónica de Judá. Este Salmo fue escrito poco después del regreso del cautiverio babilónico en 538 a. de J.C. Los israelitas fueron llevados al cautiverio por haber dejado de seguir a Dios; pero estando allá recordaron lo bueno que era alabar a Dios en Jerusalén. A menudo no apreciamos lo que Dios nos ha dado hasta que se nos quita. Se destaca en el Salmo el contraste entre el espíritu tierno de la primera parte y la dura imprecación, clamor por justicia, al final. 1. Dolor (Sal 137:1-3) “Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.” La llanura de Babilonia era regada por una red de canales entre los ríos. Los israelitas vivían en aldeas al lado de estos canales. Allí, cuando recordaban sus tiempos en Palestina, especialmente sus fiestas de alabanza a Dios, lloraban; no podían cantar, entonces colgaban sus liras en los sauces. “Así es con los verdaderos creyentes cuando ven a la iglesia maltratada y se ven incapaces de hacer nada en su socorro; podríamos soportar cualquier cosa menos esto. En nuestros tiempos, la Babilonia del error y la falsa doctrina hace estragos en la ciudad de Dios, y los corazones de los fieles se sienten dolorosamente heridos cuando ven la verdad derribada por las calles y la incredulidad creciente entre los que profesan ser siervos del Señor. Protestamos, pero al parecer es en vano; la multitud sigue ciegamente a sus ídolos.” C. H. Spurgeon. ¿Qué deberíamos hacer? Continuemos la carrera con los ojos puestos en Jesús (He 12:2), y anhelemos de corazón la Jerusalén celestial donde “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” (Ap 21:4). 2. ¿Cómo cantaremos a Dios? (Sal 137:4-6) “¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños? Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.” No podrían cantar sus canciones alegres porque estaban tristes, pero aún más sería un sacrilegio cantar estas alabanzas a Jehová para entretener a los adoradores de ídolos. Entonces, el salmista anuncia una auto imprecación: “Si profano y olvido mis raíces espirituales, que pierda mi habilidad de cantar.” Hay incontables placeres que tientan al creyente, pero el verdadero hijo de Sion prefiere vivir en santidad “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.” (Sal 84:10). Algunos se hallan en gran dificultad, tribulación, aflicción, perdieron un ser querido, no saben cómo obtendrán el pan para mañana y preguntan ¿Cómo podemos cantar a Dios? El salmista responde “Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.” (Sal 146:2). Si estás vivo “Alabad al Dios de los cielos, porque para siempre es su misericordia” (Sal 136:26). 3. Imprecación, petición a Dios por justicia (Sal 137:7-9) “Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos. Hija de Babilonia la desolada, Bienaventurado el que te diere el pago de lo que tú nos hiciste. Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña.” El salmista pide a Dios que él haga justicia. Cuando los caldeos derrotaron a Jerusalén en 587 a. de J.C., los edomitas ayudaron a quitar la vida a los israelitas y a destruir la ciudad. El profeta Jeremías proclama la destrucción de Edom.

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  3. 12/18/2024

    1002 - Salmos. Alabad a Dios porque eterna es su misericordia. Sal 136:1-2

    1002 – Sal 136:1-2 – Salmos. Alabad a Dios porque eterna es su misericordia. Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Alabad al Dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia. Olvidadizos como somos, las cosas deben sernos repetidas con frecuencia. En este Salmo 136 el estribillo ¡Porque para siempre es su misericordia! se repite 26 veces. Probablemente el salmo fue cantado antifonalmente con la congregación cantando el estribillo y un coro de levitas la otra parte. Este estribillo era muy conocido en la adoración de Israel (Jer 33:11; 1Cr 16:34; 2Cr 5:13; 7:3; Ez 3:11) y en los Sal 106:1; 107:1 y 118:1-4. En el judaísmo tardío este Salmo fue conocido como el Gran Hallel. El pueblo alaba a Dios porque muestra su gran amor para con su pueblo a través de la creación y sus actos salvíficos en la historia. Un propósito del Salmo 136 es mantener en la mente de los adoradores la historia de los grandes hechos de Dios a favor de su pueblo. El amor de Dios “Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen.” (Lc 1:50). 1. Llamado a la alabanza (Sal 136:1-3). “Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Alabad al Dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia. Alabad al Señor de los señores, porque para siempre es su misericordia.” La palabra Alabad aquí en hebreo es yodah que también se usa en el Salmo 118, es alabar a Dios con gratitud por lo que hizo. Es solo usada para dar gracias a Dios. El salmista empieza con un triple mandato y llamado a la adoración. Hemos de alabarle porque es bueno. Realmente Dios es bueno, siempre quiere lo mejor para los seres humanos; nunca es caprichoso. Todo el Salmo celebra los hechos de Dios que muestran cuan bueno es. De aquí en adelante se sigue el contenido del Sal 135:5-12. El salmista no está pensando en otras divinidades; quiere resaltar la supremacía de Dios sobre todo lo que el hombre podría adorar. Igualmente, Señor de señores (Sal 136:3) enfatiza su supremacía sobre todo lo que pueda señorear sobre el hombre. El NT dice que somos más que vencedores con Cristo; estamos sentados con Él en lugares celestiales. (Ef 1:3). La palabra misericordia, en hebreo jesed, se relaciona con frecuencia con el pacto entre Dios y su pueblo. Fue por amor que Dios hizo un pacto con Israel. Y por amor sigue cuidando su pueblo. ¡Porque para siempre es su misericordia! 2. Creó todo porque es misericordioso (Sal 136:4-9). “Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia.” (Sal 136:4). Al único que merece la gloria, honra, exaltación por sus obras es Dios. No podemos transferir nada de alabanza a ningún otro. El único que hace grandes cosas sanas, perfectas cuyo resultado es positivo y duradero es Dios. Los poderes malignos pueden imitar algunas cosas, pero los resultados serán desastrosos. La creación muestra la misericordia de Dios; también muestra su sabiduría (Sal 136:5-9). La sincronización de los planetas, las estrellas y las galaxias es fabulosa; y esta misma sincronización y balance de elementos hace posible que en nuestro planeta pueda haber vida. Todo avance tecnológico y científico es simplemente el descubrimiento y el uso de lo que Dios ya puso en la tierra. Alabad a Dios ¡Porque para siempre es su misericordia! 3. Rescató a Israel porque es misericordioso (Sal 136:10-15). “Con mano fuerte, y brazo extendido” (Sal 136:2). El brazo extendido es una metáfora que subraya el poder de Dios. Extendemos nuestro brazo cuando hace falta algún esfuerzo especial. Dios manifestó su poder para rescatar a su pueblo de la opresión. Los actos salvíficos de Dios incluían juicio sobre el opositor y la dirección de su pueblo después de la liberación. Pablo dice que estas cosas acontecieron y están escritas para enseñarnos y que tengamos esperanza. (Ro 15:4). Alabad a Dios ¡Porque para siempre es su misericordia! 4. Los guió y los cuidó porque es misericordioso (Sal 136:16-20)

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  4. 12/17/2024

    1001 - Salmos. Dios es Eterno, Omnipotente, Creador, Libertador. Sal 135:13-14

    1001 – Sal 135:13-14 – Salmos. Dios es eterno, omnipotente, creador, libertador. Oh Jehová, eterno es tu nombre; tu memoria, oh Jehová, de generación en generación. Porque Jehová juzgará a su pueblo, y se compadecerá de sus siervos. El hecho de que los descendientes de Jacob (Israel) eran pueblo escogido, refleja el mandato de Dios a la nación en Dt 7:6-8. “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.” (Dt 7:6), y en el sermón de Pedro a la iglesia “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1Pe 2:9). Dios nos recuerda que “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” (Jer 31:3). Dios da amor y misericordia a todos los que en El creen. 1. Invitación a la alabanza (Sal 135:1-4). “Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de Jehová;” (Sal 135:1). La invitación es una exhortación con imperativo, alabad, pues hemos de “decidir” alabar a Dios. El nombre de Jehová señala su naturaleza, su esencia. Adoramos a Dios por quien es Él, sus atributos. Primero exhorta a los siervos que están en el templo. Sin duda los sacerdotes y levitas que ministraban todo el tiempo en el templo se sentían aburridos a veces; o perdían el entusiasmo en su ministerio y amor hacia Dios. Así, la exhortación hace falta, deben hacer todo en adoración a Dios. La dedicación y vivencia espiritual de los que dirigen la adoración influye en todo el pueblo. “Los que estáis en la casa de Jehová, en los atrios de la casa de nuestro Dios.” (Sal 135:2). Pero el salmista también exhorta a todos los israelitas, pues ellos estaban en los atrios. Todos deben alabar a Jehová (Aleluya) porque Él es bueno “Alabad a JAH, porque Él es bueno; cantad salmos a su nombre, porque Él es benigno.” (Sal 135:3). Bueno atributo de Dios que comprende todo lo bondadoso y misericordioso que es Dios para con su pueblo. Benigno significa también agradable, bondadoso. “Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, a Israel por posesión suya.” (Sal 135:4). El primer motivo de esta alabanza es ser elegidos, escogidos como pueblo de Dios. ¡Qué privilegio ser escogido por Dios! 2. Dios omnipotente, soberano y creador (Sal 135:5-7). “Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.” (Sal 135:5-6). En estos versos se dan varias razones por las que Israel puede estar seguro en su elección: a) su grandeza y poder, Sal 135:5; b) hace lo que quiere, su soberanía, Sal 135:6; c) su poder absoluto sobre la creación, Sal 135:7; d) sus hechos salvíficos en el éxodo, Sal 135:8-12; e) es eterno, no cambia, Sal 135:13. “Porque en Él [Cristo] fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” (Col 1:16). 3. Dios libertador (Sal 135:8-12). Los eventos del éxodo (y el peregrinaje) se usan a través de la Biblia para mostrar cómo Dios interviene en la historia para liberar a su pueblo oprimido. En el AT juzgó al opresor Egipto (Sal 135:8); hizo señales y milagros (Sal 135:9), venció a los enemigos (Sal 135:10-11); y dio la tierra prometida a su pueblo (Sal 135:12). En estos versículos tenemos eco de pasajes como Dt 3:21; 4:38; 7:1; 9:1; 11:23 y Jos 23:9. En el NT se usan como ejemplo de su poder de liberar a las personas de la opresión del pecado y del diablo. “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la

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  5. 12/16/2024

    1000 - Salmos. Bendecid a Dios. Sal 134:1

    1000 – Sal 134:1 – Salmos. Bendecid a Dios. Mirad, bendecid a Jehová, vosotros todos los siervos de Jehová, los que en la casa de Jehová estáis por las noches. Este salmo habla acerca de un grupo pequeño: los levitas que servían en el templo como guardas ("los que en la casa de Jehová estáis por las noches"). Como el último de los quince "salmos de ascenso gradual" (Salmos 120-134), los adoradores llegaron al monte donde estaba situado el templo y veían a los guardas que lo protegían de día y de noche. Veían el trabajo de los vigilantes como un acto de alabanza a Dios, pues se hacía con reverencia y responsabilidad. Lleve a cabo su trabajo o tarea en la iglesia como un acto de alabanza y hágalo reverenciando a Dios. Hónrelo mediante la calidad de su trabajo y la actitud de servicio con que lo hace. “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.” (He 12:28-29). I. Exhortación a la fidelidad (Sal 134:1-2). “Mirad, bendecid a Jehová, vosotros todos los siervos de Jehová, los que en la casa de Jehová estáis por las noches.” (Sal 134:1). Cantores levíticos fueron asignados al servicio en el templo, día y noche: Y los que eran “cantores, jefes de familias de los levitas, los cuales moraban en las cámaras del templo, exentos de otros servicios, porque de día y de noche estaban en aquella obra.” (1Cr 9:33). Bendecid a Jehová es un mandato. ¡Qué privilegio era ser asignado a la alabanza y el servicio a Dios continuamente aun en las noches! Pero, en aquel tiempo como ahora, tal servicio podría degenerarse en una rutina y volverse seco. El mandato de realmente bendecir a Dios llama la atención a hacerlo de corazón. “Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.” (Ap 19:5) Que estáis normalmente conlleva la idea de estar de pie. Los levitas hacían el servicio en el templo estando de pie. “Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid a Jehová.” (Sal 134:2). Algunos preguntan cómo los levitas podían levantar las manos al santuario si ya estaban en el santuario. Algunos traducen “a lugares santos” o “a cosas santas”, otros “en santidad”, y otros piensan en el santuario celestial. Podemos pensar que levantaron las manos hacia el lugar santísimo o hacia el santuario celestial. Era costumbre levantar las manos en la adoración (1Ti 2:8). “Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos” (Lm 3:41) “Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos.” (Sal 63:3-4). ¿Tienes el deber de pasar la noche despierto trabajando, vigilando o porque no puedes dormir? Si es así pásala en adoración. No permitas que el tiempo de vigilia sea perdido, ocioso, sino que cuando los otros estén durmiendo o adormilados y tú, por necesidad, veles, estén las alabanzas de la casa de Dios; ¡que haya alabanza en Sión, alaba lo mismo de noche que de día! “Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid a Jehová.” II. Invocación de bendición (Sal 134:3). “Desde Sion te bendiga Jehová, El cual ha hecho los cielos y la tierra.” (Sal 134:3). El que canta ahora pide una bendición sobre otro. Exhorta a los sacerdotes a bendecir a Jehová y a ser bendecidos por Él. De nuevo se resalta la grandeza de Dios con base en la creación. El que creó todo, bendice desde un lugar específico, Sion, Jerusalén. Dios es infinito, pero se goza en bendecir a personas específicas y en lugares específicos. El autor de Hebreos usa el mismo concepto referente a Jesús y al santuario en los cielos diciendo: “sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,

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  6. 12/13/2024

    999 - Salmos. Los hermanos juntos en armonía. Sal 133:1

    999 – Sal 133:1 – Salmos. Los hermanos juntos en armonía. ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Este breve y hermoso Salmo destaca la armonía y el amor fraternal. El salmista utiliza dos metáforas para describir el gozo de los hermanos que, literalmente, “se sientan juntos” en armonía: un perfume aromático y el rocío refrescante de la montaña. Realmente es bueno, provechoso y agradable cuando los hermanos en el pueblo de Dios se aman en el amor de Cristo y viven en armonía. “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1Pe 1:22). Amamos al Señor a quien no hemos visto (1Pe 1:8); debemos amar a los hermanos a los que hemos visto y vemos. Esto último es además la prueba de lo primero “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de Él [Cristo]: El que ama a Dios, ame también a su hermano. “ (1Jn 4:20-21). I. Elogio de la unidad (Sal 133:1). ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Lo primero que hace el salmista es llamarnos la atención diciendo “Mirad”, enfatizando que la armonía es importante porque: (1) hace que la iglesia sea un ejemplo dando buen testimonio ante el mundo y ayuda a atraer a otros a Cristo; (2) nos ayuda a cooperar como un cuerpo de creyentes según el propósito de Dios, dándonos un anticipo del cielo; (3) renueva y revitaliza los ministerios para que haya menos tensión, diferencias, y se expanda la obra de Dios. Vivir en armonía no significa que debamos estar de acuerdo en todo, pero estamos de acuerdo en la misión de la iglesia: trabajar juntos y en armonía para Dios. Cristo manda: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” (Jn 13:34-35). “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Ef 4:2-3). II. Imágenes de unidad (Sal 133:2-3). El salmista usa dos metáforas que enfatizan lo agradable y beneficioso de tal armonía. Con ambas figuras hay una repetición de “descender” de Dios. El aceite símbolo de consagrar, capacitar y el rocío símbolo de crecer, fructificar: A. Aceite sobre la cabeza de Aarón (Sal 133:2). “Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras”. Óleo sobre. Hace referencia a la unción de Aarón al ser nombrado y capacitado por Dios como sumo sacerdote de la nación. (Éx 29:7; 30:30). En este acto se usaban de 3 a 5 litros de aceite de oliva preparado con especias aromáticas de tal manera que recorría todo el cuerpo de cabeza hasta los pies (Ex 30:22-33). Se usaba únicamente para el nombramiento de reyes, sacerdotes y profetas simbolizando estar seleccionados y capacitados por Dios para desempeñar el cargo (1Sa 16:13; 1Re 19:15-16). En el NT esta unción, viene sobre el creyente, al ser bautizado con el Espíritu Santo (Lc 24:49; Hch 1:5,8; Pr 1:23), “repartiendo a cada uno en particular como Él quiere,” los dones espirituales (1Co 12:11-13). “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.” (Ef 4:7). “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.” (1Jn 2:20, 27). La unidad del cuerpo de Cristo produce un olor fragante, agradable a Dios. “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” (Ef 5:1-2). “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan,

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  7. 12/12/2024

    998 - Salmos. Dios ha elegido a Sion. Sal 132:13-14

    998 – Sal 132:13-14 – Salmos. Dios ha elegido a Sion. “Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido.” Este es el más largo de los quince salmos de ascenso gradual (Sal 120-134) que fueron cantados por los peregrinos cuando subieron a Jerusalén. Varios detalles del lenguaje indican que fue compuesto en el tiempo de Salomón. Además, la cita de Salomón del Sal 132:8-10 en su dedicación del templo (2Cr 6:41-42) hace probable esta fecha. El Sal 132 tiene fuertes reseñas históricas respecto al pacto davídico (2Sa 7:10-16; Sal 89) y unos pronunciados ecos mesiánicos y milenarios (Sal 132:12-18). Esencialmente, este salmo contiene las oraciones de la nación para los descendientes reales de David, y miran más adelante, hasta el Mesías. 1. La resolución de David (Sal 132:1-5). “Acuérdate, oh Jehová, de David, y de toda su aflicción”(Sal 132:1). Desde el principio el Salmo enfoca la línea davídica y el pacto entre Dios y David. Pide que Dios se acuerde de las dificultades que David tuvo para conquistar Jerusalén y Ilevar allí el arca. Lo demás de la estrofa (Sal 132:2-5) recuenta la promesa que David había hecho a Dios (2Sa 7:1-2). David amaba a Dios y quiso glorificarlo construyendo su templo. Le fue negado ese privilegio, pero Dios lo bendijo y permitió que preparara todo para que su hijo Salomón lo construyera. Al final de sus días David entregó a su hijo Salomón todo lo necesario para construir el templo (1Cr 28-29). David dijo a Salomón “Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla.”(1Cr 28:10) 2. Preparación para llevar el arca (Sal 132:6-7). “He aquí en Efrata lo oímos; lo hallamos en los campos del bosque. Entraremos en su tabernáculo; Nos postraremos ante el estrado de sus pies.” Aún no se menciona, pero los pronombres ella y la se refieren al arca del pacto. Efrata aquí se refiera a la región donde estaba Quiriatjearim (1Cr 2:24; 1Sa 7:1-2); el arca estuvo en Quiriatjearim durante 20 años. El salmista está recordando el tiempo cuando la llevaron a Jerusalén (2Sa 6); ahora vuelve su cara hacia Jerusalén y de su corazón sale un llamado a la adoración. 3. La entrada en Jerusalén (Sal 132:8-10). “Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, Tú y el arca de tu poder.” (Sal 132:8). Levántate, es lo que decía Moisés cada vez que marchaban con el arca por el desierto (Nm 10:35); también se usó en la dedicación del templo de Salomón (2Cr 6:41; Sal 68). El salmista invoca a Dios pidiéndole que actúe; cuando adoramos, hacemos lo mismo. El arca de tu poder, es la única mención del arca en el libro de los Salmos. Sólo aquí y en 2Cr 6:41 se usa la frase “el arca de tu poder”. “Tus sacerdotes se vistan de justicia, y se regocijen tus santos. Por amor de David tu siervo No vuelvas de tu ungido el rostro.” (Sal 132:9-10). Oremos a Dios para que cada creyente viva en santidad, sea morada de Él y que los ministros del santuario cumplan los mandamientos del ungido “Cristo”. (Jn 14:15,23) 4. El pacto de Dios con David (Sal 132:11-12). “En verdad juró Jehová a David, y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono. Si tus hijos guardaren mi pacto, y mi testimonio que yo les enseñaré, sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.” Está promesa de Dios a David está en 2Sa 7:12-16. El NT destaca que en y a través de Jesucristo se cumple este pacto. El pacto con David destaca la gracia de Dios, pero enseña que también exige la santidad de las personas. El apóstol Pedro la citó en Pentecostés “Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono” (Hch 2:30). 5. Dios eligió a Sion (Sal 132:13-18). “Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo;

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  8. 12/11/2024

    997 - Salmos. Confiando en Dios como un niño. Sal 131:1-2

    997 – Sal 131:1-2 – Salmos. Confiando en Dios como un niño. “Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí.” El envanecimiento, orgullo es el resultado de sobreestimarnos y subestimar a los demás. También nos lleva a la ansiedad porque nos sentimos insatisfechos con lo que tenemos y preocupados por lo que los demás tienen. La vanidad nos mantiene hambrientos por más atención y más adoración. En contraste, la humildad coloca a los demás en primer lugar y nos alegra que Dios dirija nuestra vida. Ese contentamiento nos da seguridad y hace que ya no necesitemos probarnos ante otros. Normalmente, si uno proclama su propia humildad, la pierde en el proceso. Pero el salmista aquí lo hace de manera dócil y humilde en conversación con Dios. Permita que la humildad y la confianza impacten la perspectiva de su vida y le dé fortaleza y libertad para servir a Dios y a los demás. “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.” (Fil 2:3-4). 1. La humildad y descanso en Jehová (Sal 131:1-2). “Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí.” Lo que expresa el salmista es lo opuesto al orgullo y la arrogancia. El corazón orgulloso produce ojos que se han enaltecido y la arrogancia también viene del orgullo. “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado.” (Pr 21:4). El cristiano que quiere glorificar a Dios no busca su propia grandeza. “El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído“(Sal 10:17). “Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; mas el que endurece su corazón caerá en el mal. “ (Pr 28:14). “En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma.” (Sal 131:2). El salmista presenta la figura del niño que al ser destetado puede sentir angustia; pero siente paz de nuevo cuando descansa en los brazos de su madre. “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.” (Jer 17:7-8). Algo semejante sucede al nuevo creyente en Cristo; cuando pasan los primeros tiempos de su nueva vida en Cristo y tiene que aprender a vivir por fe, puede experimentar dudas y angustias. Entonces encuentra su seguridad en descansar en Dios y aceptar por fe lo que Dios dice de su posición en Cristo. “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisiteis. Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en Él.” (Is 30:15, 18) “Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.” (Lc 21:19). Al reino de Dios, que es básicamente justicia, paz y gozo, puede entrar un niño confiado e ingenuo; de hecho, sólo alguien que sea como un niño. “Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.

    6 min

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Devocional Cristiano Doctrinal

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