00:00 ¡Amiga, sincerate! 03:35 Sacrificarse por el cuerpazo. 05:36 Si algo te hace dudar, no te lo comas. 07:06 El mejor momento del año. 09:18 El momento más difícil del año. 13:06 Aprendizajes de Mal Dormidas. 15:20 ¿Qué le agradezco a este año? 18:33 Aprendizajes de Ale Otero. 22:06 Desafíos de madres. 29:48 Pasivo-agresividad de mamá. 32:56 Palabrotas cuchis. 34:17 Brindis de Fin de Año. Este episodio de Mal Dormidas es como un resumen de fin de año con toque de comedia reflexiva: Clara Ulrich y Ale Otero se sientan a desmenuzar las tragedias y triunfos del 2024 con esa mezcla perfecta de risas, autocrítica y caos maternal que tanto las caracteriza. La charla comienza con Ale emocionada por el reseteo de año, esa fantasía de empezar de cero, mientras Clara pone los pies en la tierra: “No todo se resetea, chicos, no esperen milagros”. Hablan de metas irreales, como sacar cuadritos en el abdomen. Ale, que este año empezó a entrenar, asegura que no necesita cuadritos para ser feliz. Clara, con toda su lógica aplastante, argumenta que, siendo longilínea, marcarlos es misión imposible. La conversación deriva en una reflexión profunda (pero graciosa): ¿vale la pena vivir limitada para tener un cuerpazo? Conclusión: mejor comer ese perro caliente venezolano sin culpas. Luego, recordaron momentos clave del año. El hit fue la función en Buenos Aires: un teatro lleno, más de mil personas, mitad venezolanas, mitad argentinas, y ellas preguntándose cómo llegaron ahí. Ale confiesa que casi no logra llegar por problemas de vuelos, pero al final todo salió perfecto. Esa experiencia las hizo ver cuánto han crecido con Mal Dormidas, aunque Clara admite que entre tanto éxito, también hubo tensiones: “Girar juntas es hermoso, pero nadie te avisa que te vas a querer matar con tu compañera después de la quinta función seguida”. Por supuesto, no podía faltar el caos familiar. Clara cuenta cómo su hijo Roco decidió “hacer arepas” con talco, dejando la casa como si hubiera nevado. También, enfrenta el desafío de un adolescente que ha pasado de idolatrarla a revolearle los ojos cada vez que habla. “Ya no soy la mamá cool, ahora soy la mamá que da vergüenza”, dice entre risas. Ambas coinciden en que la maternidad es como una gira sin fin: agotadora, impredecible, pero llena de momentos únicos que terminan en anécdotas para el podcast. El tema del autocuidado también aparece, aunque en clave cómica. Ale, fiel a su estilo multitarea, se enfermó por meterse en demasiados proyectos a la vez. “¿Qué necesidad?”, se pregunta, aunque al final ambas acuerdan que es mejor reírse de estas situaciones y aprender a cuidar el “instrumento” (que en este caso, es su voz y su sanidad mental). El episodio termina con un brindis, donde agradecen a su audiencia, esa comunidad que las sigue, las entiende y, sobre todo, les tiene paciencia cuando las cosas no salen perfectas. “Por ustedes, los maldurmientes, que están igual de colapsados que nosotras”, dicen mientras alzan sus vasos. También anuncian una breve pausa para planificar sorpresas en 2025, pero aseguran que volverán recargadas. En resumen, Mal Dormidas nos da una lección envuelta en humor: la vida no es perfecta, pero mientras tengamos la capacidad de reírnos de los desastres (sean de talco, caca o giras caóticas), siempre habrá algo por lo que brindar. ¡Salud! 💡 Idea Original de: Alejandra Otero y Clara Ulrich Edición y montaje: @israelvillac Producción: @carlosjelambiv @Shows_ClaraUlrich @GracieMalanga Animación: @depictionofnina Música: @frienelcontrol Estudios de grabación: @BrainBox.work @LaComediaLocal Optimización de Youtube: @barbaramongou