Café liberal José Carlos Valverde

Toda esta pelea por llenar nuestros perfiles en redes sociales con los colores del arco iris está genial. Debemos, y tenemos la obligación de  vindicar los derechos de las personas sin distinción alguna. Pero hay un matiz que se nos escurre de forma silenciosa. Esta España feminista no protege a todas las personas. Dentro de un matrimonio homosexual –hombres, o mujeres-, una agresión no está considerada violencia machista incluso cuando la sufre una mujer. Este vacío legal tiene una importancia capital dentro de un país donde es más importante incluir el todes en los discursos políticos, o llevar una bandera, que proteger a los  ciudadanos.
Además de la temática, y al hilo del anterior programa “Guetos de opinión”, os cuento un poco mi experiencia con el pensamiento único –da para un directo mucho más amplio- en prensa en los últimos años. Así que comparto por aquí el último episodio de la primera temporada de “Café liberal”. ¡Muchísimas gracias a todos por estar al otro lado! ¡Seguimos creciendo! ¡Os espero en septiembre!
¡Feliz verano, queridos!

Lo que yo llamo guetos de opinión son rincones ideológicos donde para ser mi amigo, primero, tienes que demostrar cuánto odias a mis enemigos. El eje vertebral del confort, y la convivencia, se sostiene sobre el pensamiento único. No hay espacio para la autocrítica, y pobre de ti si defiendes un pensamiento ajeno. Serás tachado de traidor y apartado del grupo. 
Es el triunfo de la polarización, y su mayor éxito es hacernos creer que la censura siempre vive en la acera de enfrente. 

Nadie en su sano juicio puede dudar de que exista la violencia. Pero lo que yo defiendo es el amparo, y los derechos, de todas las personas por igual. Lo que yo exijo es que un padre que pierde a sus hijos a manos de una mujer malvada también pueda ampararse bajo la protección de una ley que no distinga entre hombres y mujeres, sino que condene por igual el dolor y saque a los malos, independientemente del género, fuera del barco de esta sociedad.
Si eso es ser machista… probablemente estemos delante de un movimiento que pelee más por la igualdad, y la protección, de las personas que cualquier movimiento social que ha sido tomado por la izquierda más rancia de este país.

¿Sabías que el 75% de la factura de la luz es regulada directa, e indirectamente, por el Estado? 
La electricidad de este país no es cara por la gestión de un oligopolio de cuatro empresa que imponen su voluntad sobre los consumidores. O al menos el margen de maniobra es mucho menor que el que tienen en comparación con el Estado. 
¡Te lo cuento en aquí!

Si algo ha demostrado el sector independentista para conseguir el indulto de sus barones es que a la Constitución se le extorsiona, precisamente, con un discurso revanchista.

Cuando una persona renuncia a sus raíces con la muerte abrazada a la espalda, y como parte del trayecto, la solución no está –solo- en darle un hogar, sino en evitar el abismo que supone dicha travesía. Si un líder es consciente de eso, y aun así lo lanza como moneda de cambio a una muerte segura, ese señor no es un líder, sino un tirano. Y él, solo él, es el primer infierno a exterminar.